Emergentes: no pongan otro europeo en el FMI
Imponer europeos en el Fondo Monetario Internacional carece de sentido y socava su legitimidad, afirma una inusitada declaración de China, India, Rusia, Brasil, Turquía y Sudáfrica, el miércoles. Igual piensan Paul Krugman (Nobel 2008) y Jeffrey Sachs.
25 mayo, 2011
<p>Los directores ejecutivos que representan a esos seis países en el propio Fondo cuestionan sin ambages “convenciones no escritas y obsoletas”, según las cuales el director gerente debe ser europeo por antonomasia. Por el contrario, “exige una evaluación diáfana, basada en méritos, antecedentes y competencia”.<br />
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Este motu proprio es un raro ejemplo de coordinación entre los seis países. De paso, el grupo ya no es un “ladrillo” (brick en inglés) de cuatro sino de seis, e impronunciable (“bricst”), como observa Joseph Stiglitz. Sin duda, el mensaje es un desafío a la Eurozona y, especialmente, a Christine Lagarde, ministra de hacienda y alter ego de Nicolas Sarkozy. Es obvio que la dama se siente segura de reemplazar a su amigo Dominique Strauss-Kahn.<br />
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“Nos preocupan tantas expresiones públicas y recientes, en altos niveles políticos, que buscan imponer otro europeo”, subraya el sexteto desde Washington. “No es casual que los últimos cuatro directores gerentes no hayan cumplido sus mandatos”, señala Krugman.<br />
Por supuesto, el grupo informal todavía debe encontrar un candidato que apoyen las economías emergentes y desarroladas. Cabe recordar que la Unión Europea cuenta con 35% del voto en la asamblea del FMI (es el mayor bloque) y lo escoltan dos aliados de fierro, Estados Unidos y Canadá.<br />
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Hasta el momento, por cierto, los aspirantes extra UE son Grigory Marchenko (ruso, pero jefe del banco central kazajo) y Agustín Carstens (su colega mexicano). Ninguno de los dos entusiasma al grupo de los 20 ni podría prevaler sobre Lagarde. <br />
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Pero los objetores de la tradición encontraron una perla en los archivos. En 2007 –cuando se desplomaba un banquero sin brillo, Rodrigo Rato- otro ejecutivo de nota pronosticaba: “el próximo director gerente ciertamente no será europeo”. ¿Quién lo decía? Nadie menos que el jefe del Eurogrupo (ministro de hacienda de la zona), el luxemburgués Jean-Claude Juncker. <br />
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Juncker probablemente pensase en China. Ahora, el aparato de prensa francés difunde una especie sugestiva: Beijing apoya a Lagarde. Lo proclamó François Baroin, ministro de presupuesto, por la radio Europe 1.<br />
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La campaña por la sucesión no desdeña golpes bajos. Por ejemplo, que varios grandes países emergentes o en desarrollo están atrasados en el pago de cuotas sociales en el FMI. <br />
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