Elecciones 2004: Kerry, el “Súper Favorito”

Según las encuestas, el gobernador por Massachusetts sería el ganador del Súper Martes de las internas demócratas, lo que lo confirmaría como el rival de George W. Bush para las presidenciales de noviembre.

2 marzo, 2004

John Kerry, de 60 años, que ya triunfó en 18 de las 20 primarias y caucus realizados desde el comienzo de las internas de su partido, se perfila como el triunfador en los diez estados en los que se celebrarán los comicios esta noche.

Un total de 1.151 delegados decidirán su voto hoy, la mitad de los 2.162 necesarios para obtener la candidatura demócrata en la convención del partido, que se realizará en Boston a fines de julio. Kerry cuenta ya con el apoyo de 727 delegados, contra los 212 que posee John Edwards.

Edwards, senador de Carolina del Norte, su estado natal y en el único que se immpuso hasta el momento, continúa tratando de diferenciarse de Kerry, subrayando principalmente sus raíces del sur pobre y conservador, lo que permite, según él, “un mejor contacto” con el electorado de la región, más alejado de un hijo de diplomático que surgió de un medio burgués y católico de Nueva Inglaterra.

“Yo tengo una experiencia que John Edwards no tiene”, responde Kerry, evocando su pasado de héroe, varias veces condecorado en la guerra de Vietnam, de fiscal y de senador de Massachusetts, reelecto en tres oportunidades.

Los últimos sondeos realizados en varios de los estados en disputa confirman que Kerry tiene buenas posibilidades de lograr su propósito, ya que aparece con un margen de 8 a 40 puntos delante de Edwards.

Los intensos ataques de los republicanos en los últimos días confirman, por otra parte, que Kerry inquieta cada vez más al presidente Bush, cuya estrategia es presentarse como un político fuerte y decidido frente a un candidato débil.

“Si Estados Unidos muestra debilidad e indecisión, el mundo se sumergirá en una tragedia. Esto no sucederá mientras yo esté al mando”, prometió Bush esta semana.

“El hombre que ocupe el Salón Oval de la Casa Blanca decidirá la orientación de la economía y de la guerra contra el terrorismo. La seguridad y la prosperidad de Estados Unidos están en juego”, advirtió.

Pero para Kerry sólo se trata de los primeros intentos de los republicanos para frenar su impulso. Dos días después del Súper Martes, los estrategas de la campaña de Bush lanzarán una ofensiva en los medios contra Kerry durante unas diez semanas, a través de las redes de televisión por cable y en particular en 17 estados en los que Bush teme estar igualado con el candidato demócrata.

John Kerry, de 60 años, que ya triunfó en 18 de las 20 primarias y caucus realizados desde el comienzo de las internas de su partido, se perfila como el triunfador en los diez estados en los que se celebrarán los comicios esta noche.

Un total de 1.151 delegados decidirán su voto hoy, la mitad de los 2.162 necesarios para obtener la candidatura demócrata en la convención del partido, que se realizará en Boston a fines de julio. Kerry cuenta ya con el apoyo de 727 delegados, contra los 212 que posee John Edwards.

Edwards, senador de Carolina del Norte, su estado natal y en el único que se immpuso hasta el momento, continúa tratando de diferenciarse de Kerry, subrayando principalmente sus raíces del sur pobre y conservador, lo que permite, según él, “un mejor contacto” con el electorado de la región, más alejado de un hijo de diplomático que surgió de un medio burgués y católico de Nueva Inglaterra.

“Yo tengo una experiencia que John Edwards no tiene”, responde Kerry, evocando su pasado de héroe, varias veces condecorado en la guerra de Vietnam, de fiscal y de senador de Massachusetts, reelecto en tres oportunidades.

Los últimos sondeos realizados en varios de los estados en disputa confirman que Kerry tiene buenas posibilidades de lograr su propósito, ya que aparece con un margen de 8 a 40 puntos delante de Edwards.

Los intensos ataques de los republicanos en los últimos días confirman, por otra parte, que Kerry inquieta cada vez más al presidente Bush, cuya estrategia es presentarse como un político fuerte y decidido frente a un candidato débil.

“Si Estados Unidos muestra debilidad e indecisión, el mundo se sumergirá en una tragedia. Esto no sucederá mientras yo esté al mando”, prometió Bush esta semana.

“El hombre que ocupe el Salón Oval de la Casa Blanca decidirá la orientación de la economía y de la guerra contra el terrorismo. La seguridad y la prosperidad de Estados Unidos están en juego”, advirtió.

Pero para Kerry sólo se trata de los primeros intentos de los republicanos para frenar su impulso. Dos días después del Súper Martes, los estrategas de la campaña de Bush lanzarán una ofensiva en los medios contra Kerry durante unas diez semanas, a través de las redes de televisión por cable y en particular en 17 estados en los que Bush teme estar igualado con el candidato demócrata.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades