Elecciones 2004: George W.Bush recobra más terreno
El presidente rebota en algunas encuestas y John F.Kerry se defiende en otras. Pero no le va bien en dos estados obtenidos por los demócratas en 2000: Wisconsin (48% para Bush, 45% para Kerry) y Pennsilvania (empate 47-47%).
Igual que Pennsilvania (un estado clave en comicios presidenciales), Wisconsin fue para los demócratas (Albert Gore) hace cuatro años. Algunos expertos responsabilizan por ambos resultados y otros a una campaña algo errática y a la escasa participación del candidato vicepresidencial, John Edwards.
En encuestas a escala nacional, Bush mantiene 48 contra 46% de Kerry, lo cual implica un empate técnico. Pero las características anacrónicas de muchos colegios electorales hacen que quien obtenga la mitad del voto más uno se lleve todos los de ese estado. Esto ha aceitado, a través de los años, la maquinaria a veces fraudulenta de los republicanos, fuertes en zonas rurales, que son bastiones blancos y ultraconservadores. Aparte, la actual Corte Suprema ya toleró maniobras en Florida –distrito controlado por los Bush- que le birlaron la presidencia a Gore, pese a tener más votos en todo el país.
Por su parte, un sondeo de USA Today/CNN/Gallup le da mejores perspectivas a Kerry. ¿Por qué? Porque se basa en una muestra que tiene en cuenta votantes registrados, pero no todavía dispuestos a ir l comicio. Ese peculiar sesgo, en Pennsilvania, eleva a 49% los pro Kerry y baja a 43% los pro Bush. En Wisconsin la brecha es menor: 47 a 45%. En Iowa, Kerry lograría 50 contra 44%.
Algunas encuestan computan la intención de voto por el tercero en discordia. Para el caso, Ralph Nader –independiente, liberal y defensor de los consumidores-, cuyo electorado es mucho más afín a Kerry que a Bush. Si Nader se retirase antes de los comicios, beneficiaría al demócrata. Volviendo a Edwards, algunos íntimos temen que no le interese ganar: el legado de Bush es muy pesado y condicionará a cualquier gobierno vía el triple déficit (fiscal, social, comercial), Irak e Israel.
Igual que Pennsilvania (un estado clave en comicios presidenciales), Wisconsin fue para los demócratas (Albert Gore) hace cuatro años. Algunos expertos responsabilizan por ambos resultados y otros a una campaña algo errática y a la escasa participación del candidato vicepresidencial, John Edwards.
En encuestas a escala nacional, Bush mantiene 48 contra 46% de Kerry, lo cual implica un empate técnico. Pero las características anacrónicas de muchos colegios electorales hacen que quien obtenga la mitad del voto más uno se lleve todos los de ese estado. Esto ha aceitado, a través de los años, la maquinaria a veces fraudulenta de los republicanos, fuertes en zonas rurales, que son bastiones blancos y ultraconservadores. Aparte, la actual Corte Suprema ya toleró maniobras en Florida –distrito controlado por los Bush- que le birlaron la presidencia a Gore, pese a tener más votos en todo el país.
Por su parte, un sondeo de USA Today/CNN/Gallup le da mejores perspectivas a Kerry. ¿Por qué? Porque se basa en una muestra que tiene en cuenta votantes registrados, pero no todavía dispuestos a ir l comicio. Ese peculiar sesgo, en Pennsilvania, eleva a 49% los pro Kerry y baja a 43% los pro Bush. En Wisconsin la brecha es menor: 47 a 45%. En Iowa, Kerry lograría 50 contra 44%.
Algunas encuestan computan la intención de voto por el tercero en discordia. Para el caso, Ralph Nader –independiente, liberal y defensor de los consumidores-, cuyo electorado es mucho más afín a Kerry que a Bush. Si Nader se retirase antes de los comicios, beneficiaría al demócrata. Volviendo a Edwards, algunos íntimos temen que no le interese ganar: el legado de Bush es muy pesado y condicionará a cualquier gobierno vía el triple déficit (fiscal, social, comercial), Irak e Israel.
