“El resultado es atribuible a la combinación de un pico inflacionario en la Argentina y un retroceso en la inflación estadounidense”, detalla Víctor Beker, director del CENE.
“Sin embargo, el nivel alcanzado por el tipo de cambio real lo ubica tan sólo 1% por debajo del registrado en diciembre de 2015, cuando se levantara el anterior cepo cambiario y se liberara el mercado de cambios”, puntualiza el economista.
“Por lo tanto, no parece ser para nada una señal de atraso cambiario del orden del 30%, como estimara el actual viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, antes de asumir su cargo, a fin de proponer una devaluación del 50%”, analiza el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
El tipo de cambio real se estima tomando como base el valor del dólar en diciembre de 2015. Se calcula su evolución hasta el presente y se le agrega la inflación en los Estados Unidos medida por el índice de precios de bienes al productor; finalmente se divide por la evolución del Índice de Precios al Consumidor para el rubro Servicios.
Mientras la inflación estadounidense mide la pérdida de poder adquisitivo del dólar, la inflación local de los servicios aproxima la pérdida de valor del peso en términos de los bienes no comercializables.