Ese mismo oasis de lujo que normalmente hospeda a los más grandes líderes del mundo, se ha convertido en la prisión más exquisita.
Durante el fin de semana el Ritz-Carlton Hotel fue requisado para ser convertido en alojamiento de los príncipes, ministros de gobierno y jefes militares que acababan de ser arrestados por una nueva comisión anti-corrupción encabezada por el príncipe heredero de la corona de 32 años.
La rápida consolidación de poder que está llevando el heredero causa sorpresa en su país y en el mundo. En el grupo de detenidos se encuentra el multimillonario Príncipe Alwaleed bin Talal, propietario de una fortuna que ronda los US$ 10.000 millones.
El lunes circuló por Twitter un video del salón de baile B del hotel donde se instalaron alfombras y frazadas. Contra una pared se ve una ametralladora.
El sábado los huéspedes regulares del hotel tuvieron una desagradable sorpresa. A las 11 de la noche se les pidió que bajaran al lobby con sus valijas. Desde allí los subieron a vehículos y los transfirieron a otros hoteles.
Mientras tanto, quienes acababan de ser arrestados, príncipes y ministros, fueron trasladados al Ritz-Carlton. Por ser detenidos van a estar bastante cómodos, pero desde ahora están privados de toda libertad y movimiento. Unos 30 se encuentran en el Ritz pero en total son unos 500 los que han sido arrestados en la redada anticorrupción.
Los arrestos han sembrado nerviosismo en el reino, especialmente porque a otros miembros de la familia real, aun aquellos que no han sido detenidos, se les ha negado el derecho de abandonar el país. Esto, a un grupo de gente que realiza viajes internacionales con mucha frecuencia.
El Ritz Carlton es uno de los hoteles más opulentos de la región.