El pragmatismo de Hillary en Beijing
“La mejor alumna de Henry Kissinger”, afirman al unísono Amnesty International y Human Rights Watch. Es que las reuniones en China con Hu Jintao y Wen Jiabao –presidente, primer ministro- excluyeron de la agenda temas como Tibet, Xinjiang y derechos civiles.
22 febrero, 2009
<p>No es la misma China ni la misma Hillary Rodham que, en 1995, acompañó a su esposo William J. Clinton. Ahora es secretaria de Estado en el gabinete de Barack Obama y parece haber desarrollado un pragmatismo afín al de Richard Nixon y Henry Kissinger en 1973.<br />
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De hecho, Kissinger (además de Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan) tocó indirectamente el tema. “Como China, Taiwan –tampoco mencionada por Hillary- considera a Tibet y Xingjiang partes esenciales del país”. <br />
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“Nuestra cooperación en materia de economía, finanzas y clima es un hecho. Apreciamos que China tenga confianza en nuestras letras de tesorería”, señaló la funcionaria. “Finanzas” quiere decir crisis sistémica internacional, que Beijing pretende eludir gracias a un plan de estímulos por US$ 590.000 millones.<br />
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Cabe apuntar que el nuevo pragmatismo norteamericano excluye el intervencionismo de la era Bush. Esto lo evidencian las otras escalas del periplo inaugural de Hillary. Japón y Surcorea parecen democracias occidentales, pero lo son hasta cierto punto. Indonesia simplemente no lo es, pero tiene un papel clave respecto de Asia central y el subcontinente indio: es el país musulmán más poblado del mundo -220 millones- y es laico, condición que Pakistán va perdiendo.<br />
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Tibet es un problema distinto. Anexado definitivamente a China en 1751, fue protectorado británico desde 1912 e indio desde 1947. En 1959, volvió a manos chinas. Su historia no tiene nada que ver con la democracia: el Dalai y el Panchen lamas son reencarnaciones divinas, no frutos de elecciones. </p>
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