La mayoría de los relatos convencionales del siglo 20 se concentran en la lucha entre tres ideologías en conflicto: fascismo, comunismo y democracia liberal, una lucha que se resolvió a favor de la democracia liberal. Pero en los turbulentos tiempos que vivimos de inequidad de riqueza, de neo nacionalismo y de crisis climática, ese triunfo tambalea.
Pero en el siglo 20 hubo otro movimiento político que también lo caracterizó y que cambio la vida de miles de millones de personas cuyos valores son el mejor aliado de la democracia liberal: el feminismo. Jeanette Winterson, en una columna que publica el Financial Times, dice que la educación, la socialización, la vocación, las expectativas, os riesgos y las recompensas vienen siempre con un prejuicio de género, y que la genialidad del feminismo fue sacar eso a la luz. Lejos de ser una cantidad de campañas sueltas, cada una con un objetivo diferente, el feminismo golpe en el corazón mismo del problema. Y el problema es éste: ¿Por qué los hombres discriminan a la mujer por el hecho de ser mujer?
La subordinación de las mujeres no está basada en algo real. Winterson pone un ejemplo: en 1911 había menos de 500 médicas registradas en Inglaterra y Gales. Hoy, 52% de los médicos clínicosdel Sistema Nacional de Salud son mujeres. Las capacidades de las mujeres no cambiaron. Es la historia lo que cambió.
Exponer la locura de la discriminación es importante porque una vez que cualquier tipo de discriminación es aceptada y aceptable cualquier otro tipo de discriminación obtiene vía libre: raza, clase, color, credo y sexualidad. Terminar con el sexismo como la práctica fundamental de discriminación crearía una base sólida sobre la cual crear una sociedad genuinamente basada en el mérito.
El mundo que vivimos fue hecho por y para hombres. Privilegió la guerra como medio de adquisición y control sin prestar jamás atención al costo ambiental del crecimiento económico. Este mundo ha ignorado siempre las necesidades comunes de la gente común a tal punto que el nacionalismo y el fundamentalismo aparecen ahora como la única vía para mucha gente.
Si no se encuentran pronto modelos mejores de organización social que sean realistas sobre el trabajo, el bienestar y la remuneración la vida civilizada que qmamos desaparecerá.
Pero la respuesta a la desigualdad que tanto divide las sociedades no está en el crecimiento económico. El planeta no aguanta más crecimiento. La adolescente sueca Greta Thunberg, activista del cambio climático, es un nuevo ejemplo de cómo las mujeres se deben plantar frente a la locura de un mundo masculino que está amenazando la vida en la tierra. La tecnología sola no va a salvar el planeta. Lo que tiene que cambiar es la idea de cuál es el propósito del ser humano.
El feminismo tiene mala prensa porque le hace frente al patriarcado y cuestiona sus valores y sus prioridades. Pero a pesar de que las voces femeninas se necesitan más que nunca, Winterson cree que es muy posible que las mujeres pronto se encuentren ante otro tipo de zona de exclusión. Debido a la naturaliza masculina de muchas firmas de tecnología.