El PJ recuperó el control en Diputados

Juraron los nuevos legisladores. Camaño fue elegido para presidir la Cámara Baja. A partir del 10 de diciembre, se convertirá en el segundo hombre en la línea sucesoria presidencial, detrás de Puerta.

5 diciembre, 2001

(NA). – El justicialismo recuperó el control de la Cámara de Diputados con la asunción del bonaerense Eduardo Camaño, en el marco de la sesión preparatoria realizada hoy (miércoles 5) para concretar la jura de 127 nuevos diputados y la elección de autoridades del cuerpo.

La designación de Camaño en la presidencia del cuerpo es el resultado directo de los comicios del 14 de octubre último y del cambio en la relación de fuerzas parlamentarias, que colocó al justicialismo como el partido más votado a nivel nacional y como primera minoría en la cámara baja.

Camaño, luego de jurar en su nuevo cargo, reclamó al Poder Ejecutivo que extienda el período de sesiones extraordinarias durante los tres meses de verano y se encargó de destacar que su elección no implica un cogobierno con el oficialismo, sino de “dar gobernabilidad”.

También pidió que el Poder Ejecutivo “no cierre el Congreso” durante enero y febrero y extienda las sesiones extraordinarias durante los 90 días que dure el receso, hasta el 1 de marzo.

Camaño se convertirá desde el 10 de diciembre en el segundo hombre en la línea sucesoria presidencial, detrás de otro peronista: el misionero Ramón Puerta, quien el jueves pasado juró como presidente provisional del Senado.

La designación del diputado peronista sólo fue rechazada mediante la abstención de los representantes de los partidos de izquierda: Patricia Walsh y Luis Zamora.

Como vicepresidente segundo, el cuerpo eligió a otro peronista, el puntano Oraldo Britos, quien además de los partidos de izquierda también recibió la abstención del ARI.

Esta fuerza, encabezada por la radical disidente Elisa Carrió, también se abstuvo de votar al demócrata progresista de Santa Fe Alberto Natale como vicepresidente tercero, por considerar que el ARI era la tercera fuerza.

Antes, el radical Fortunato Cambareri (Buenos Aires) había sido votado como vicepresidente segundo del cuerpo.

A partir del 10 de diciembre se notará la fuerte pérdida de presencia del oficialismo en la Cámara baja, ya que de los casi 124 legisladores que sentó en diciembre de 1999 (sumados UCR y Frepaso), pasarán a ser apenas 67 radicales y 8 frepasistas alineados con el Gobierno de Fernando de la Rúa.

En realidad se trata del resultado de un proceso de dos años de desgaste en la relación entre el Gobierno nacional y su bancada de la Cámara de Diputados, que terminó con el éxodo hacia otros bloques y, desde lo político, a la oposición de una gran porción de la fuerza que había acompañado a De la Rúa en el momento de su asunción de la primera magistratura.

Así, surgieron Alternativa por una República de Iguales (ARI), encabezada por la radical disidente Elisa Carrió y los socialistas democráticos, que se convertirá en tercera fuerza del cuerpo con 16 diputados.

La sangría del oficialismo se amplió con la escisión de los frepasistas disconformes con la línea económica elegida por el Poder Ejecutivo, que se tradujo en una diáspora de pequeños
bloques, como Frente para el Cambio y el sector rebelde que todavía mantiene el nombre de la fuerza fundada por Carlos Alvarez, que estará integrado por otros 8 legisladores.

El cambio en la integración de la Alianza de gobierno también se tradujo en una derrota para el cavallismo, que de ser la tercera fuerza del cuerpo con 14 integrantes, a partir del recambio quedará reducida a sólo 6 miembros.

(NA). – El justicialismo recuperó el control de la Cámara de Diputados con la asunción del bonaerense Eduardo Camaño, en el marco de la sesión preparatoria realizada hoy (miércoles 5) para concretar la jura de 127 nuevos diputados y la elección de autoridades del cuerpo.

La designación de Camaño en la presidencia del cuerpo es el resultado directo de los comicios del 14 de octubre último y del cambio en la relación de fuerzas parlamentarias, que colocó al justicialismo como el partido más votado a nivel nacional y como primera minoría en la cámara baja.

Camaño, luego de jurar en su nuevo cargo, reclamó al Poder Ejecutivo que extienda el período de sesiones extraordinarias durante los tres meses de verano y se encargó de destacar que su elección no implica un cogobierno con el oficialismo, sino de “dar gobernabilidad”.

También pidió que el Poder Ejecutivo “no cierre el Congreso” durante enero y febrero y extienda las sesiones extraordinarias durante los 90 días que dure el receso, hasta el 1 de marzo.

Camaño se convertirá desde el 10 de diciembre en el segundo hombre en la línea sucesoria presidencial, detrás de otro peronista: el misionero Ramón Puerta, quien el jueves pasado juró como presidente provisional del Senado.

La designación del diputado peronista sólo fue rechazada mediante la abstención de los representantes de los partidos de izquierda: Patricia Walsh y Luis Zamora.

Como vicepresidente segundo, el cuerpo eligió a otro peronista, el puntano Oraldo Britos, quien además de los partidos de izquierda también recibió la abstención del ARI.

Esta fuerza, encabezada por la radical disidente Elisa Carrió, también se abstuvo de votar al demócrata progresista de Santa Fe Alberto Natale como vicepresidente tercero, por considerar que el ARI era la tercera fuerza.

Antes, el radical Fortunato Cambareri (Buenos Aires) había sido votado como vicepresidente segundo del cuerpo.

A partir del 10 de diciembre se notará la fuerte pérdida de presencia del oficialismo en la Cámara baja, ya que de los casi 124 legisladores que sentó en diciembre de 1999 (sumados UCR y Frepaso), pasarán a ser apenas 67 radicales y 8 frepasistas alineados con el Gobierno de Fernando de la Rúa.

En realidad se trata del resultado de un proceso de dos años de desgaste en la relación entre el Gobierno nacional y su bancada de la Cámara de Diputados, que terminó con el éxodo hacia otros bloques y, desde lo político, a la oposición de una gran porción de la fuerza que había acompañado a De la Rúa en el momento de su asunción de la primera magistratura.

Así, surgieron Alternativa por una República de Iguales (ARI), encabezada por la radical disidente Elisa Carrió y los socialistas democráticos, que se convertirá en tercera fuerza del cuerpo con 16 diputados.

La sangría del oficialismo se amplió con la escisión de los frepasistas disconformes con la línea económica elegida por el Poder Ejecutivo, que se tradujo en una diáspora de pequeños
bloques, como Frente para el Cambio y el sector rebelde que todavía mantiene el nombre de la fuerza fundada por Carlos Alvarez, que estará integrado por otros 8 legisladores.

El cambio en la integración de la Alianza de gobierno también se tradujo en una derrota para el cavallismo, que de ser la tercera fuerza del cuerpo con 14 integrantes, a partir del recambio quedará reducida a sólo 6 miembros.

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