El nuevo canciller de Brasil afirmó que su país ayudará a la Argentina

Celso Amorim afirmó que Brasil hará "todo lo que pueda para ayudar a la Argentina", en tanto aseguró que su país no busca construir la bomba atómica, y que su colega de Ciencia y Tecnología "fue malinterpretado".

9 enero, 2003

Amorim enfatizó que “todo lo que podamos hacer por la
Argentina, lo haremos. Incluso, lo digo con franqueza, en parte
por solidaridad a un país hermano, pero también por interés
propio, porque es equivocada la idea de que se puede construir una
fortaleza para no ser afectado por vecinos”.

En este sentido, el canciller remarcó que “para el inversor de
fondos de pensión en Toscana, Brasil y la Argentina es lo mismo”,
por lo que en consecuencia “ayudaríamos a la Argentina por simple
solidaridad, pero si podemos lo haremos también por propio
interés”.

En declaraciones a un matutino porteño, Amorim se encargó de
subrayar que su par de Ciencia y Tecnología, Roberto Amaral, “fue
malinterpretado” cuando se le atribuyó haber dicho que su país
buscaría adquirir los conocimientos para desarrollar la bomba
atómica”.

Al respecto, puntualizó que “nuestro único interés es
desarrollar energía nuclear para fines pacíficos, como la
Argentina”, ya que “somos absolutamente respetuosos de los
tratados internacionales que firmamos”.
Por otra parte, dijo que “Brasil tiene un papel grande para
desempeñar en la región. Creo que el proceso político por el que
Brasil pasa puede ser un factor de inspiración en América del Sur.
Si podemos contribuir para situaciones específicas, siempre que
nos llamen, iremos. Pero no tenemos deseos de interferir, también
somos celosos de nuestra propia soberanía”.

Con respecto al Mercosur, señaló que “el modelo ideal tiene que
estar basado en una Unión Aduanera, en la que tengamos libre
circulación de personas, capitales, tecnología, para que esta
entidad no sea apenas un espacio económico sino un espacio social,
y que podamos negociar en conjunto con otros bloques y otros
países”.

Consultado si será posible lograr todos estos objetivos durante
el mandato del presidente Lula Da Silva, dijo que espera “que
demos por lo menos pasos firmes para eso”.
“Lo que tenemos que hacer es que las distorsiones del bloque
sean transitorias, para volver rápidamente a la armonía. Si no,
esto no es un verdadero bloque. Sin un entendimiento claro entre
Brasil y la Argentina, no tenemos Mercosur”.

Sobre la visita que el presidente Eduardo Duhalde hará la
próxima semana a Brasil, indicó que “tenemos una agenda abierta,
pero el centro de todo es la recuperación del Mercosur, y cómo
avanzar en la integración del Mercosur con otros bloques, como el
ALCA, la Unión Europea y el Grupo Andino”.

“El espíritu es fortalecer la unión aduanera y el Arancel
Externo Común. Si no lo hacemos, el Mercosur no tendrá el nivel de
integración ideal. Nuestro proyecto es político, no sólo
comercial. Si no arreglamos el Mercosur, se convertirá en una
ficción”, puntualizó.
Amorim afirmó luego que en el Mercosur “vamos a terminar
teniendo instituciones supranacionales”, y que este es un tema
“que será abordado en el encuentro con el presidente Duhalde”.

“Tenemos que pensar en un Parlamento del Mercosur, y para eso
podemos aprender del Parlamento europeo. Podemos pensar
inicialmente en un Parlamento formado por legisladores designados
por los congresos, para pasar luego a un Parlamento con
legisladores elegidos por los ciudadanos”, dijo.

Por otra parte, estimó que “en los próximos meses” Brasil
reglamentará la “libre residencia del Mercosur”, pues “un
verdadero mercado común tiene que incluir libre circulación de
mercaderías, pero también libre residencia”.
Aseguró luego que en la política exterior de Lula “habrá un
gran énfasis en América del Sur; una disposición de negociar con
mucha firmeza las cuestiones comerciales, sea con el ALCA, con la
Organización Mundial de Comercio o la Unión Europea; y hay también
una decisión de reforzar la relación con otros grandes países en
desarrollo, como Africa del Sur, Rusia, India y China”.

Sobre el ALCA, dijo que “lo que le planteé al negociador
comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, es que no podemos
sacrificar el contenido de nuestra propuesta debido a plazos
rígidos”.
“No nos vamos a volver esclavos de plazos rígidos porque
acabamos de asumir, estamos iniciando el proceso, y tenemos que
consultar primero a nuestras industrias, el Congreso y otros
sectores”, añadió.

Finalmente, Amorim resaltó: “tenemos un espíritu abierto para
negociar el ALCA, pero también tenemos preocupaciones, por la
dimensión de nuestro parque industrial, que quizás otros países no
tengan. Nosotros vamos a defender nuestros intereses como lo hacen
los Estados Unidos”.

Amorim enfatizó que “todo lo que podamos hacer por la
Argentina, lo haremos. Incluso, lo digo con franqueza, en parte
por solidaridad a un país hermano, pero también por interés
propio, porque es equivocada la idea de que se puede construir una
fortaleza para no ser afectado por vecinos”.

En este sentido, el canciller remarcó que “para el inversor de
fondos de pensión en Toscana, Brasil y la Argentina es lo mismo”,
por lo que en consecuencia “ayudaríamos a la Argentina por simple
solidaridad, pero si podemos lo haremos también por propio
interés”.

En declaraciones a un matutino porteño, Amorim se encargó de
subrayar que su par de Ciencia y Tecnología, Roberto Amaral, “fue
malinterpretado” cuando se le atribuyó haber dicho que su país
buscaría adquirir los conocimientos para desarrollar la bomba
atómica”.

Al respecto, puntualizó que “nuestro único interés es
desarrollar energía nuclear para fines pacíficos, como la
Argentina”, ya que “somos absolutamente respetuosos de los
tratados internacionales que firmamos”.
Por otra parte, dijo que “Brasil tiene un papel grande para
desempeñar en la región. Creo que el proceso político por el que
Brasil pasa puede ser un factor de inspiración en América del Sur.
Si podemos contribuir para situaciones específicas, siempre que
nos llamen, iremos. Pero no tenemos deseos de interferir, también
somos celosos de nuestra propia soberanía”.

Con respecto al Mercosur, señaló que “el modelo ideal tiene que
estar basado en una Unión Aduanera, en la que tengamos libre
circulación de personas, capitales, tecnología, para que esta
entidad no sea apenas un espacio económico sino un espacio social,
y que podamos negociar en conjunto con otros bloques y otros
países”.

Consultado si será posible lograr todos estos objetivos durante
el mandato del presidente Lula Da Silva, dijo que espera “que
demos por lo menos pasos firmes para eso”.
“Lo que tenemos que hacer es que las distorsiones del bloque
sean transitorias, para volver rápidamente a la armonía. Si no,
esto no es un verdadero bloque. Sin un entendimiento claro entre
Brasil y la Argentina, no tenemos Mercosur”.

Sobre la visita que el presidente Eduardo Duhalde hará la
próxima semana a Brasil, indicó que “tenemos una agenda abierta,
pero el centro de todo es la recuperación del Mercosur, y cómo
avanzar en la integración del Mercosur con otros bloques, como el
ALCA, la Unión Europea y el Grupo Andino”.

“El espíritu es fortalecer la unión aduanera y el Arancel
Externo Común. Si no lo hacemos, el Mercosur no tendrá el nivel de
integración ideal. Nuestro proyecto es político, no sólo
comercial. Si no arreglamos el Mercosur, se convertirá en una
ficción”, puntualizó.
Amorim afirmó luego que en el Mercosur “vamos a terminar
teniendo instituciones supranacionales”, y que este es un tema
“que será abordado en el encuentro con el presidente Duhalde”.

“Tenemos que pensar en un Parlamento del Mercosur, y para eso
podemos aprender del Parlamento europeo. Podemos pensar
inicialmente en un Parlamento formado por legisladores designados
por los congresos, para pasar luego a un Parlamento con
legisladores elegidos por los ciudadanos”, dijo.

Por otra parte, estimó que “en los próximos meses” Brasil
reglamentará la “libre residencia del Mercosur”, pues “un
verdadero mercado común tiene que incluir libre circulación de
mercaderías, pero también libre residencia”.
Aseguró luego que en la política exterior de Lula “habrá un
gran énfasis en América del Sur; una disposición de negociar con
mucha firmeza las cuestiones comerciales, sea con el ALCA, con la
Organización Mundial de Comercio o la Unión Europea; y hay también
una decisión de reforzar la relación con otros grandes países en
desarrollo, como Africa del Sur, Rusia, India y China”.

Sobre el ALCA, dijo que “lo que le planteé al negociador
comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, es que no podemos
sacrificar el contenido de nuestra propuesta debido a plazos
rígidos”.
“No nos vamos a volver esclavos de plazos rígidos porque
acabamos de asumir, estamos iniciando el proceso, y tenemos que
consultar primero a nuestras industrias, el Congreso y otros
sectores”, añadió.

Finalmente, Amorim resaltó: “tenemos un espíritu abierto para
negociar el ALCA, pero también tenemos preocupaciones, por la
dimensión de nuestro parque industrial, que quizás otros países no
tengan. Nosotros vamos a defender nuestros intereses como lo hacen
los Estados Unidos”.

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