Así surge del nuevo Informe elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea presidida por Pía Astori, con la coordinación de Jorge Vasconcelos.
La economía nacional se ha contraído en 2018, porque la retracción de los motores internos (privado y público) pesó más que el impulso de las exportaciones. En todas las regiones, los motores internos, privado y público, han sido negativos en el tercer trimestre de 2018. No sólo ha influido la reducción de los ingresos (netos de inflación) de la población, sino además que los gobiernos provinciales han sido más moderados en sus gastos La región Pampeana fue una de las menos afectadas puesto que su economía es más exportadora y menos dependiente del gasto público. Por las razones inversas, las provincias norteñas fueron las que presentaron peor desempeño en el tercer trimestre de 2018. Sorprende Cuyo, donde la actividad económica cayó menos.
Caída del salario real
En 2018 el salario real habría caído un 11%, aunque el empleo mostraría una leve mejoraría, especialmente por lo ocurrido en la primera parte del año. En el promedio general, los asalariados durante 2018 perdieron un 11% de su salario real en términos interanuales. Esta caída resulta superior a la ocurrida en los años 2016 (-9,6%) y 2014 (-3,6%).
Sin embargo, el mejor funcionamiento de la economía durante 2017 (año en el cual el empleo había crecido un 0,7% por encima de la dinámica demográfica) permitió un primer semestre de 2018 que en cierta forma acabó compensando el mal desempeño laboral de la segunda mitad de año, por lo que el resultado acabó siendo una expansión (aunque muy baja) del 0,2% del empleo, por encima de la tasa de crecimiento vegetativa
• El año 2019 muy probablemente se caracterice por la conflictividad gremial, en víspera de un año electoral y por el intento gremial de recuperar el salario real, en que es posible que el salario ale gane a la inflación por entre 1 y 3 puntos porcentuales. Se trataría de un escenario que permitiría una leve recuperación del salario y el consumo, sin recuperar toda la pérdida del 2018, y sin poner en riesgo los objetivos inflacionarios y de tipo de cambio real que tiene el gobierno
• La tasa de actividad o participación laboral correspondiente al tercer trimestre de 2018 (situada en un 46,7% de la población total) se encuentra entre las más altas de los últimos diez años, y esta expansión ha ocurrido de manera conjunta al crecimiento en la tasa de desempleo, situada en un 9,0% de la población económicamente activa (PEA). Esto implica, 2 millones de personas que buscan empleo y no lo consiguen.
Recursos tributarios
La recaudación nacional caería un 11% en términos reales en 2018, y sólo los Derechos de Exportación subirían por arriba de la inflación.
• En 2018 los recursos tributarios nacionales subieron nominalmente un 31%, pero habrían caído un 11% en términos reales (supuesto de inflación del 47,5%). En la mayor parte de los tributos se observa que crecían por arriba de la inflación en la primera parte del año, y por debajo en los últimos meses
• La caída real de la recaudación sería del 2,2% en IVA y del 8,1% en el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios (IDCB), los dos tributos que siguen más de cerca la actividad económica, aunque en el segundo caso se produjeron cambios en su legislación que deterioraron adicionalmente su performance el último año
• En las contribuciones a la seguridad social la caída en términos reales resultó del 15,5%, por cuanto también bajó el salario real en 2018.Sólo en el caso de los Derechos de Exportación se observó una suba a valores constates, del 17%, gatillada por la devaluación de la moneda y la suba en su presión tributaria en los últimos meses del año