Esta decisión sigue dejando a Argentina al borde del default técnico, ya que en teoría sólo tiene hasta el 30 de julio para pagar a sus acreedores.
Buenos Aires ha manifestado su voluntad de cumplir con los acreedores pero advirtió que cumplir con el fallo de Griesa llevaría a una nueva cesación de pagos.
Según el juez, “todos los problemas que describe la Argentina se solucionan si llegan a un acuerdo” con los fondos de inversión en litigio, pero ambas partes se acusan de no querer negociar.
Durante la audiencia de ayer con los abogados representantes de ambas partes, instó a proseguir las negociaciones y dijo que el “stay” (medida cautelar) no es necesario para proseguir el diálogo.