El gobierno operó fuerte sobre el agro para aislar a los más combativos pero se prolonga el paro

Gobierno nacional y provinciales se habían unido para quebrar el frente de protesta de las entidades del campo, pero al creer exitosa la movilización la prolongaron hasta el miércoles.

14 marzo, 2008

En conferencia de prensa, las entidades que realizaron el paro agropecuario por 48 horas anunciaron que lo extenderán hasta el miércoles, ante la falta de respuesta de las autoridades a la demanda de dejar sin efecto el alza de las retenciones a las oleaginosas, dispuesto anteayer por el ministro de Economía, Martín Lousteau.

Fuentes del gobierno nacional se mostraban esta mañana optimistas en cuanto a que, en el curso de la jornada, se quebraría la unidad de las cuatro entidades agropecuarias que llevan a cabo el paro de 48 horas iniciado ayer, y que, en consecuencia, quedaría debilitada la consecución hasta el miércoles, como impulsaban los dirigentes más duros de Federación Agraria y Confederaciones Rurales.

Sin embargo, el éxito de la movilización, que incluyó cortes en las principales rutas de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe entonó a los productores, que empujaron a los dirigentes a mantenerse firmes.

Esta mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había salido a cruzarlos con enjundia en declaraciones radiales, y los ministros de Economía, de Producción y de Agricultura de las principales provincias agropecuarias se abstuvieron de cuestionar el esquema de retenciones móviles, al igual que los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.

Y por el contrario: fueron a pedirle a Martín Lousteau que comparta los ingresos extraordinarios generados por el último aumento de las retenciones al sector agropecuario, o que, al menos, que los ingresos extraordinarios vuelvan en obras públicas.

Fernández estuvo escarbando en la sensible frontera que separa a los duros de los más moderados dentro de Confederaciones Rurales Argentinas: “Son socialistas en la mesa del gobierno y capitalistas en la mesa de CRA”, se quejó.

“Los que ahora protestan, antes pedían que no les remataran los campos”. Recordó que hace cuatro años 45 mil productores estaban por perder todo. “No pueden mentir, al campo le va muy bien”, añadió hundiendo más el bisturí.

La Federación Agraria Argentina, de las cuatro entidades la más decidida a seguir hasta el final la pulseada con el gobierno, había sentido el impacto de que el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, se hubiera mantenido al margen del conflicto. E inclusive que su ministro de Producción, Juan José Bertero, se hubiese manifestado a favor del mecanismo de retención y que planteara cómo puede reforzar la cadena productiva de la provincia.

Otro toque de atención había sido la actitud de los camioneros frente a los cortes que hicieron los productores ayer en Santa Fe. Hubo incidentes con algunos de los que llevaban animales en las jaulas con destino al Mercado de Liniers, lo cual remitió a la posibilidad cierta de que el sindicato movilizara activistas para romper los piquetes en la segunda jornada del paro.

Fuerte acatamiento

Igual los productores avanzaron con los tractores y maquinarias agrícolas por las rutas nacionales, tanto en Buenos Aires y Córdoba como en Santa Fe.

En las bolsas de cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos y las de comercio de Rosario y Santa Fe tampoco hubo operaciones, mientras en los mercados de concentración de ganado el cese de actividades comerciales dispuesto por Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Coninagro y Sociedad Rural se hizo sentir.

Los animales consignados al ente concentrador no sólo habían sido muy pocos (alrededor del 20% de las remisiones de los viernes), sino que presentaron calidad entre intermedia y regular, así como terminación deficiente, aunque dentro del rango de precios fijado por la Secretaría de Comercio. La impresión recogida por la agencia DyN fue que los envíos de hacienda del día se efectuaron desde establecimientos “amigos” del gobierno cuyos propietarios se habrían comprometido a no desabastecer totalmente la plaza.

Sin embargo, la actividad en el campo fue normal, por tratarse de una medida que se cumple con la modalidad de “tranqueras afuera”. Así, continuó la cosecha de girasol, maíz y soja. También en los puertos cerealeros se cumplieron los compromisos comerciales anteriores. En las terminales de Rosario descargaron 3.500 camiones, mientras en Bahía Blanca se descargaron 750 camiones. En las usinas lácteas, el abastecimiento fue normal porque no se puede tirar la leche que ya se había recolectado.

Asamblea

Para la asamblea de productores que se realizaría al finalizar la segunda jornada, no estaba claro que hubiera demasiado ambiente de continuar la medida de fuerza hasta el miércoles próximo, que de hecho abarcaría el feriado del fin de semana extra largo.

En principio, el único dirigente que se había mostrado decidido a prolongar el paro, ante la respuesta adversa dada desde el gobierno nacional y los provinciales, fue el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, quien por otra parte ya venía ejecutando un plan de lucha por las políticas oficiales hacia la carne, la leche y el trigo.

En CRA preferían reclamar la “urgente necesidad de conformar una mesa de diálogo” antes que plegarse a una nueva medida, pero con el correr de la tarde los dirigentes recogieron el clamor del sector que representan para plantearle lucha al gobierno en pos de que vuelva atrás con la confiscación de una parte de la renta que actualmente los favorece.

En conferencia de prensa, las entidades que realizaron el paro agropecuario por 48 horas anunciaron que lo extenderán hasta el miércoles, ante la falta de respuesta de las autoridades a la demanda de dejar sin efecto el alza de las retenciones a las oleaginosas, dispuesto anteayer por el ministro de Economía, Martín Lousteau.

Fuentes del gobierno nacional se mostraban esta mañana optimistas en cuanto a que, en el curso de la jornada, se quebraría la unidad de las cuatro entidades agropecuarias que llevan a cabo el paro de 48 horas iniciado ayer, y que, en consecuencia, quedaría debilitada la consecución hasta el miércoles, como impulsaban los dirigentes más duros de Federación Agraria y Confederaciones Rurales.

Sin embargo, el éxito de la movilización, que incluyó cortes en las principales rutas de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe entonó a los productores, que empujaron a los dirigentes a mantenerse firmes.

Esta mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había salido a cruzarlos con enjundia en declaraciones radiales, y los ministros de Economía, de Producción y de Agricultura de las principales provincias agropecuarias se abstuvieron de cuestionar el esquema de retenciones móviles, al igual que los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.

Y por el contrario: fueron a pedirle a Martín Lousteau que comparta los ingresos extraordinarios generados por el último aumento de las retenciones al sector agropecuario, o que, al menos, que los ingresos extraordinarios vuelvan en obras públicas.

Fernández estuvo escarbando en la sensible frontera que separa a los duros de los más moderados dentro de Confederaciones Rurales Argentinas: “Son socialistas en la mesa del gobierno y capitalistas en la mesa de CRA”, se quejó.

“Los que ahora protestan, antes pedían que no les remataran los campos”. Recordó que hace cuatro años 45 mil productores estaban por perder todo. “No pueden mentir, al campo le va muy bien”, añadió hundiendo más el bisturí.

La Federación Agraria Argentina, de las cuatro entidades la más decidida a seguir hasta el final la pulseada con el gobierno, había sentido el impacto de que el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, se hubiera mantenido al margen del conflicto. E inclusive que su ministro de Producción, Juan José Bertero, se hubiese manifestado a favor del mecanismo de retención y que planteara cómo puede reforzar la cadena productiva de la provincia.

Otro toque de atención había sido la actitud de los camioneros frente a los cortes que hicieron los productores ayer en Santa Fe. Hubo incidentes con algunos de los que llevaban animales en las jaulas con destino al Mercado de Liniers, lo cual remitió a la posibilidad cierta de que el sindicato movilizara activistas para romper los piquetes en la segunda jornada del paro.

Fuerte acatamiento

Igual los productores avanzaron con los tractores y maquinarias agrícolas por las rutas nacionales, tanto en Buenos Aires y Córdoba como en Santa Fe.

En las bolsas de cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos y las de comercio de Rosario y Santa Fe tampoco hubo operaciones, mientras en los mercados de concentración de ganado el cese de actividades comerciales dispuesto por Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Coninagro y Sociedad Rural se hizo sentir.

Los animales consignados al ente concentrador no sólo habían sido muy pocos (alrededor del 20% de las remisiones de los viernes), sino que presentaron calidad entre intermedia y regular, así como terminación deficiente, aunque dentro del rango de precios fijado por la Secretaría de Comercio. La impresión recogida por la agencia DyN fue que los envíos de hacienda del día se efectuaron desde establecimientos “amigos” del gobierno cuyos propietarios se habrían comprometido a no desabastecer totalmente la plaza.

Sin embargo, la actividad en el campo fue normal, por tratarse de una medida que se cumple con la modalidad de “tranqueras afuera”. Así, continuó la cosecha de girasol, maíz y soja. También en los puertos cerealeros se cumplieron los compromisos comerciales anteriores. En las terminales de Rosario descargaron 3.500 camiones, mientras en Bahía Blanca se descargaron 750 camiones. En las usinas lácteas, el abastecimiento fue normal porque no se puede tirar la leche que ya se había recolectado.

Asamblea

Para la asamblea de productores que se realizaría al finalizar la segunda jornada, no estaba claro que hubiera demasiado ambiente de continuar la medida de fuerza hasta el miércoles próximo, que de hecho abarcaría el feriado del fin de semana extra largo.

En principio, el único dirigente que se había mostrado decidido a prolongar el paro, ante la respuesta adversa dada desde el gobierno nacional y los provinciales, fue el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, quien por otra parte ya venía ejecutando un plan de lucha por las políticas oficiales hacia la carne, la leche y el trigo.

En CRA preferían reclamar la “urgente necesidad de conformar una mesa de diálogo” antes que plegarse a una nueva medida, pero con el correr de la tarde los dirigentes recogieron el clamor del sector que representan para plantearle lucha al gobierno en pos de que vuelva atrás con la confiscación de una parte de la renta que actualmente los favorece.

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