Los ministros de trabajo y empleo de los países integrantes del G20 produjeron un documento conjunto en el que advierten que hace falta hacer mucho más para crear empleos de buena calidad en las economías avanzadas y emergentes.
La falta de empleo y los sueldos estancados contribuyen a elevar la desigualdad y a detener el gasto en consumo y, por lo tanto el crecimiento en las economías avanzadas, dijeron los economistas del Banco Mundial y la Organización Internacional del trabajo (OIT). Eso impedirá que el G20 logre su meta de aumentar la producción global más de 2% para 2018.
El informe señala importantes desafíos estructurales frene a los gobiernos del G20. El desempleo entre los jóvenes de las economías avanzadas del grupo se mantiene a niveles históricamente altos. A pesar de la importante reducción de la pobreza en las últimas décadas, también hubo claras evidencias de que demasiados trabajadores en las economías emergentes pasaron a formar parte de una nueva pobreza en lugar de ascender a las clases medias.
Los 400 millones de personas que seguían debajo de lo que el Banco Mundial llama “pobreza moderada” (US$ 2 por día) en los miembros emergentes del G20 en 2013 eran la mitad de los que había en 1991. Sin embargo, un análisis más general, muestra que más de la mitad de la fuerza laboral en esas economías – unos 837 millones de personas—todavía seguían en o debajo de la línea de pobreza el año pasado, según el informe.
El documento dice4 que los miembros del G20 reconocen el problema y lanzaron programas especiales de empleo. Pero esos planes todavía deben ser implementados en forma coordinada para dar a la economía global un empujón que genere los empleos que se necesitan.