El futuro del empleo

spot_img

El debate de fondo se produce hoy sobre el impacto de la digitalización en el mundo laboral.

Hay, en forma nítida, tres grupos claramente definidos.

El primero es de los negadores. Dice que nada pasará y que no hay que perder el tiempo con especulaciones sin sentido, cuando hay otros temas terrenales mucho más urgentes que atender (a duras penas logran esconder el miedo que les inspira el futuro).

El segundo es el de los apocalípticos. En poco tiempo, los robots dejarán sin trabajo a los humanos. La inteligencia artificial terminará con las máquinas esclavizando a la humanidad (todavía recuerdan las escenas del film Terminator). Masas famélicas, desempleadas y sin ingreso provocarán inmenso desorden social y no habrá quien pueda comprar buena parte de lo que produzcan las máquinas. Predicen el fin del capitalismo y la instalación de estados represivos. Una distopía, como se le llama ahora.

Finalmente, el tercer grupo, el de los racionales optimistas. Sostiene que el avance tecnológico producirá pérdida de trabajo, pero que a la vez creará nuevas posiciones calificadas que sólo podrá ocupar el ser humano.

Aseguran además, que esto no ocurrirá mañana. Pero sí en algunos años, tal vez no tantos como quisieran, pero –aseguran– de forma manejable, que permitirá reentrenar y brindar otro conocimiento a las nuevas generaciones y –aunque parece más improbable– también a muchos de los desplazados. Este último enfoque es el que prefieren los autores que han colaborado en esclarecer este gran interrogante.

 

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO