El Fondo Monetario Internacional (FMI) exige al Gobierno un nuevo acuerdo fiscal con las provincias para que los estados del interior pongan en funcionamiento un severo plan de reducción del déficit y de sus deudas. En la reunión que los representantes del organismo mantuvieron con el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, ambos lados reclamaron que durante el 2000 la Nación y las provincias avancen en la postergada ley de coparticipación federal. El funcionario aliancista declaró que esta ley debe inscribirse en el marco de una especie de “mini Maastricht” argentino. Esto implicaría un gran pacto federal por el cual todos los gobernadores se deberían comprometer por ley junto con el Poder Ejecutivo central a firmar un compromiso de reducción de los déficits de caja y del endeudamiento provincial acompañando la legislación de “convertibilidad fiscal”. Por otro lado, el FMI quiere que el Gobierno disponga un ajuste adicional de gastos en el Estado, porque considera que la recaudación de impuestos del año próximo será menor que la estimada en el proyecto de presupuesto.
(Ambito Financiero, La Nación)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) exige al Gobierno un nuevo acuerdo fiscal con las provincias para que los estados del interior pongan en funcionamiento un severo plan de reducción del déficit y de sus deudas. En la reunión que los representantes del organismo mantuvieron con el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, ambos lados reclamaron que durante el 2000 la Nación y las provincias avancen en la postergada ley de coparticipación federal. El funcionario aliancista declaró que esta ley debe inscribirse en el marco de una especie de “mini Maastricht” argentino. Esto implicaría un gran pacto federal por el cual todos los gobernadores se deberían comprometer por ley junto con el Poder Ejecutivo central a firmar un compromiso de reducción de los déficits de caja y del endeudamiento provincial acompañando la legislación de “convertibilidad fiscal”. Por otro lado, el FMI quiere que el Gobierno disponga un ajuste adicional de gastos en el Estado, porque considera que la recaudación de impuestos del año próximo será menor que la estimada en el proyecto de presupuesto.
(Ambito Financiero, La Nación)