El FMI espera la sanción del presupuesto

Ter Minassian se quedó en el país para seguir de cerca el tratamiento del proyecto en Diputados. Ostuni instó a su rápida sanción. Desde Washington se aseguró que el blindaje podría acordarse antes de Navidad.

11 diciembre, 2000

La jefa de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que negocia con el gobierno argentino el otorgamiento de un blindaje financiero, la italiana Teresa Ter Minassian, decidió no retornar a Washington, como tenía previsto, hasta que el Parlamento sancione definitivamente el presupuesto del año que viene.

Ter Minassian –que, de acuerdo con varias versiones, tenía previsto retornar ayer a la capital estadounidense– encabezó esta mañana la delegación del FMI que se reunió, en el Palacio de Hacienda, con el viceministro de Economía, Mario Vicens.

No obstante –y pese a que las negociaciones aún no están cerradas– desde Washington, el vocero del FMI para América latina, Francisco Baker, aseguró, en diálogo telefónico con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda, que “la expectativa es que todo se resuelva antes de Navidad”, es decir que antes de esa fecha se anuncie la carta de intención que vinculará a la Argentina con ese organismo multilateral de crédito e, inmediatamente después, el monto del blindaje financiero.

Por su parte, el vocero presidencial Ricardo Ostuni también se refirió de un modo positivo respecto de la proximidad del blindaje, y afirmó que “está prácticamente otorgado, aunque la sanción del presupuesto es fundamental”.

El proyecto del presupuesto volvió a la Cámara de Diputados para su tratamiento luego que el Senado lo aprobó con modificaciones el jueves (ver “El presupuesto será ley esta semana”).

“Hay que esperar que mañana Diputados lo pueda resolver con la rapidez que se necesita para que se concrete este blindaje que nos están ofreciendo organismos internacionales y algunos otros países también´´, agregó Ostuni.

El blindaje financiero establece una disponibilidad de entre US$ 20.000 y 30.000 millones, en caso de que la Argentina tenga problemas para hacer frente a sus obligaciones internacionales.

Solamente en 2001, la Argentina tendrá que abonar unos US$ 11.500 millones en vencimientos de deuda, lo que despertó temores entre inversores internacionales sobre supuestas dificultades para afrontarlos.

En el blindaje también participarán bancos y fondos de pensiones argentinos, que en su mayoría se comprometieron a refinanciar vencimientos de bonos previstos para el próximo año.

La jefa de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que negocia con el gobierno argentino el otorgamiento de un blindaje financiero, la italiana Teresa Ter Minassian, decidió no retornar a Washington, como tenía previsto, hasta que el Parlamento sancione definitivamente el presupuesto del año que viene.

Ter Minassian –que, de acuerdo con varias versiones, tenía previsto retornar ayer a la capital estadounidense– encabezó esta mañana la delegación del FMI que se reunió, en el Palacio de Hacienda, con el viceministro de Economía, Mario Vicens.

No obstante –y pese a que las negociaciones aún no están cerradas– desde Washington, el vocero del FMI para América latina, Francisco Baker, aseguró, en diálogo telefónico con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda, que “la expectativa es que todo se resuelva antes de Navidad”, es decir que antes de esa fecha se anuncie la carta de intención que vinculará a la Argentina con ese organismo multilateral de crédito e, inmediatamente después, el monto del blindaje financiero.

Por su parte, el vocero presidencial Ricardo Ostuni también se refirió de un modo positivo respecto de la proximidad del blindaje, y afirmó que “está prácticamente otorgado, aunque la sanción del presupuesto es fundamental”.

El proyecto del presupuesto volvió a la Cámara de Diputados para su tratamiento luego que el Senado lo aprobó con modificaciones el jueves (ver “El presupuesto será ley esta semana”).

“Hay que esperar que mañana Diputados lo pueda resolver con la rapidez que se necesita para que se concrete este blindaje que nos están ofreciendo organismos internacionales y algunos otros países también´´, agregó Ostuni.

El blindaje financiero establece una disponibilidad de entre US$ 20.000 y 30.000 millones, en caso de que la Argentina tenga problemas para hacer frente a sus obligaciones internacionales.

Solamente en 2001, la Argentina tendrá que abonar unos US$ 11.500 millones en vencimientos de deuda, lo que despertó temores entre inversores internacionales sobre supuestas dificultades para afrontarlos.

En el blindaje también participarán bancos y fondos de pensiones argentinos, que en su mayoría se comprometieron a refinanciar vencimientos de bonos previstos para el próximo año.

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