Klaus Schwab, un experto alemán que participó de un encuentro reciente en la Universidad de Chicago, hace un pronóstico cauteloso sobre el futuro de la UE. Europa sobrevivirá y el euro permanecerá intacto, dice. Luego de una crisis que probablemente dure unos 10 años, el viejo continente volverá a crecer. El proceso de integración se consolidará porque los gobernantes han invertido mucho capital político en llevarlo adelante. Para muchos, el fracaso del euro significaría el fracaso de Europa, como dijo en 2011 la canciller alemana Angela Merkel.
Schwab enumera los factores que podrían desencadenar la desintegración de la eurozona.
1. Reacción política y social. Existe el riesgo de que algunos gobiernos caigan o sean influídos por el ascenso del populismo y el nacionalismo. En los países acreedores, partidos populistas de extrema derecha intentan aprovechar el resentimiento provocado por lo que se ve como locura de las naciones deudoras. En los países deudores, el populismo alentado tanto por la extrema derecha como la extrema izquierda se dirigen contra los planes de austeridad impuestos por los países acreedores.
Como la austeridad ya impera en todas partes, el riesgo de una reacción popular crece. Las investigaciones más recientes muestran que lugar a dudas que la auteridad y la inestabilidad social van de la mano.
2. Errores de cálculo político: Es grande el riesgo de que un país se niegue a sacrificar parte de su soberanía y a implementar los cambios necesarios para afianzar la unión de países Esa reacción se podría manifestar mediante referendums, mayorías parlamentarias y apoyo a las cortes constitucionales. Algunos podrían no ratificar las reformas que aprobaron antes. Quedarían asi excluidas de los organismos de gobierno comunitario que controlan el funcionamiento de la UE.
3. Fuga de capitales y corridas bancarias: Desde el comienzo de la crisis, fueron retirados de los bancos unos 16,2 billones de euros en depósitos. . Cpmo todo fenómeno psicológico eso es algo que no se puede prevenir ni darle una subjetiva probabilidad, pero todavía no se ha producido ninguna corrida bancaria, ni siquiera en Grecia.
En este mar de incertidumbre, Schwab se atrave sólo a transmitir dos convicciones personales: que el proceso de profundización de la integración europea será arduo y doloroso, marcado con muchas discontinuidades. Y que Alemania ocupará cada vez más la posición central. Por primera vez es líder incuestionable, algo que podría crear un sentimiento anti alemán en algunas partes de Europa.