La presión impositiva sobre el maíz es de 40,4%; en el girasol, de 52,9% y en el trigo, de 42,5%.
Estas contundentes afirmaciones son del Economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto Ambrosetti, durante el Primer Congreso de Perspectivas Agrícolas de la Bolsa de Cereales.
Subrayó que “la soja está debilitada, por precios internacionales bajos con difíciles perspectivas de recuperación, pérdida de competitividad relativa con los otros cultivos, y presión impositiva”.
El economista destacó que ésa presión “no solo se debe a los derechos de exportación, sino también los impuestos a los débitos y créditos, el IVA y el inmobiliario rural, subidos desmedidamente en Córdoba y en Buenos Aires sin relación con la producción”.
En el mismo encuentro, la representante del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), Mariana Pellegrini, destacó que “los mercados de futuros y opciones proveen las herramientas para que los vendedores y los compradores puedan reducir o minimizar los impactos negativos que producen las variaciones de precio de los granos”.
Pellegrini señaló que en los mercados de futuros “los precios son referencia contra el mercado spot (de entrega inmediata), no comprometen la mercadería, y actúa como seguros” contra las variaciones de cotización.
Además indicó que los de futuros “son mercados garantizados versus los contratos forward“, para vender un determinado activo en un plazo hacia adelante y a un precio especificado.
También subrayó que aportan “transparencia en el descubrimiento de precios, al libre juego de la oferta y la demanda”.
En otro orden, el economista jefe de la Federación de Acopiadores, Leandro Pierbattisti, subrayó que la Argentina exportará en 2017 unas “25 millones de toneladas de maíz”, pero destacó que “los productores podrán captar un mejor valor, por encontrarse en un momento privilegiado, como es la contraestación”, con respecto a los Estados Unidos y Ucrania, principales competidores, donde cuando acá se cosecha, allá se empieza a sembrar.
El experto hizo hincapié en la cuestión logística para mejorar la competitividad de los productores, y remarcó que “no se trata de mirar los puertos por un lado y el transporte interno por el otro”.
“La logística es una matriz polimodal que se estudia desde el inicio de la siembra hasta el momento en que se carga en el barco”.