Fue la mayor declinación desde que el gobierno comenzó los registros en 1947 y tres veces más grave que el récord anterior de 10% en 1958. Los grandes impulsores de la caída fueron la reducción del gasto en servicios como el de salud.
Los economistas calculan que la caída va a ser más aguda en el segundo trimestre, para luego recuperar. Más de 1,4 millones de personas presentaron reclamos por desempleo la semana pasada, algo más que la anterior.
Jerome Powell, director del Banco Central, describió la situación como “la más grave de nuestras vidas”. Reclamó más ayuda del gobierno para auxiliar a las familias y las empresas a aguantar la crisis. En comparación con el mismo trimestre el año pasado, la economía estadounidense se contrajo 9,5% . Las exportaciones e importaciones cayeron más de 20% con respecto a un año atrás y el consumo – principal motor de la economía estadounidense – cayó 10,7% interanual.