En noviembre de 2025, el Indicador de Consumo (IC) elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró un retroceso interanual de 2,8%. Esta contracción constituye una excepción en un año que, hasta ese mes, venía presentando variaciones positivas en la comparación año contra año.
Según la CAC, el indicador también experimentó una baja desestacionalizada de 1,3% respecto de octubre, descontando los efectos propios de cada mes. El informe destaca que este resultado se produce en un contexto de leve aceleración inflacionaria: el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó 2,5% en noviembre, superando por tercer mes consecutivo el umbral del 2%. La variación interanual del IPC fue de 31,4% y la acumulada en el año alcanzó 27,9%.
Al analizar los distintos rubros, el sector de indumentaria y calzado registró un crecimiento estimado de 16,8% interanual, aportando un punto porcentual positivo al índice general, aunque sobre una baja base de comparación. Transporte y vehículos mostró una caída interanual de 2,0%, mientras que recreación y cultura creció 5,2%. Vivienda, alquileres y servicios públicos retrocedió 0,6% en la comparación interanual, y el resto de los rubros tuvo una baja de 5,7%, aportando -3,3 puntos porcentuales al resultado global.
Los bienes de consumo masivo, conocidos como fast-moving consumer goods (FMCG), presentaron un estancamiento, con una merma de 0,1% interanual y una baja desestacionalizada de 1,8% respecto de octubre. El informe señala que el crédito en términos reales creció de manera sostenida desde comienzos de 2024, aunque recientemente comenzó a mostrar signos de agotamiento, especialmente en tarjetas y préstamos personales.
“El consumo masivo se recupera levemente luego de un 2024 de gran caída, mientras que el consumo de bienes durables aminora su variación, aunque sin detener su crecimiento exhibido en el último año y medio”, indica el reporte de la CAC.
La entidad concluye que, tras varios meses de recuperación, el consumo evidenció una baja en noviembre de 2025, en un contexto de inflación en leve ascenso y cambios en la composición del gasto de los hogares.













