<p>En realidad, "no existen fórmulas que garanticen crecimiento sostenido en economías subdesarrolladas. Sólo los estados son agentes capaces de elegir entre una variedad de opciones. A veces pueden ser torpes o erráticos, pero -cuando se tornan activos o prácticos- los gobiernos son indispensables", sostiene un informe ya en circulación.</p>
<p>Ese pragmatismo es uno de los factores básicos del documento El otro es el crecimiento social. Sin mejoras sustanciales en el bienestar de las personas, no es posible redistribuir riqueza.</p>
<p>Los miembros del comité son expertos y tomadores de decisiones provenientes de países en desarrollo. Les interesa averiguar por qué una minoría emergente (trece estados) ha logrado crecer 7% anual o más durante por lo menos veinte años. Al respecto, llegaron a dos conclusiones fundamentales: (a) la expansión firme exige compromisos políticos de largo plazo a la dirigencia, (b) depende de engancharse con la economía mundial como fuente de tecnología y demanda.</p>
<p>"Ningún país -nota el informe- alcanza crecimiento real sin altas inversiones en infraestructura, salud y educación. Obviamente, expandirse implica cambios profundos, pero exige tener en cuenta a la gente". Por ejemplo, la tendencia a desdeñar el ambiente en las primeras fases de desarrollo o industrialización -China, India, Brasil y otros- es un grave error.</p>
<p>Otro tipo de obstáculos plantean países con desventajas naturales -Cáucaso, pequeñas islas- o proclives a oportunidades peligrosas (gran parte del África subsahariana). Por supuesto, muchos estados de ingresos medios afrontan problemas como combustibles o alimentos básicos caros.</p>
<p>Michael Spence quisiera hacer por el mundo en desarrollo lo que Michael Porter hizo por el mundo de los negocios: producir un manual con ideas para crecer y prosperar. De ahí que esté difundiendo un marco estratégico para reemplazar al extinto consenso de Washington, que en realidad nunca lo fue.</p>
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El Consenso de Washington sirvió para varias cosas, pero no para crecer, sostiene un Nobel en economía.
La receta de 1989 estabilizar monedas, privatizar, abrir mercados- ha sucumbido ante el nuevo pragmatismo. Así sostiene una comisión auspiciada por el Banco Mundial y dirigida por Michael Spence, un Nobel económico.