La separación, dijo, dañará no solamente al Reino Unido y la Unión Europea sino a los países de bajos ingresos que tienen relaciones comerciales con ambos. La mandataria dijo que es importante concentrarse en los impactos segundarios para el resto del mundo y muy especialmente en los países que dependen de la Unión europea y del Reino Unido.
Estados Unidos y China están trenzados en una guerra comercial sobre subsidios estatales y robo de tecnología que ha llevado a ambos países a aplicar aranceles sobre miles de millones de dólares en productos de ambos.
Trump también se ha peleado con aliados como Europa y Canadá sobre autos, acero y aluminio. Todas esas disputas han frenado el crecimiento del comercio mundial y dañado las inversiones en manufactura y negocios, dijo Georgieva.
La Casa Blanca dice que los aranceles se proponen obligar a China a cambiar sus políticas y no afectan el crecimiento mundial. Cualquier daño que pueda sufrir Estados Unidos empalidece en comparación con el daño que sufre China.
Goergieva, ante ese comentario, dice que no es lo que se espera escuchar de un líder.