Previsores los británicos. Siempre previsores. Lo que ahora sale a la luz es que, desde el mismo momento en que el país votó por separarse de la Unión Europea las empresas comenzaron a guardar en el banco todo el dinero que pudieron para volcarlo a la economía en el momento que fuera necesario. En realidad comenzaron antes de eso, pero el referéndum incentivó el ritmo y el volumen del ahorro. Hoy, a dos años de aquella votación, la suma total de dinero extra que las empresas guardaron en los bancos asciende a 60.000 millones de libras esterlinas, o 2.200 libras por cada familia del reino.
Como porcentaje del PBI, es la cifra más alta desde el récord de 1987.
Es probable que las empresas hayan recurrido al ahorro previendo una recesión económica en los años inmediatamente posteriores al Brexit. Eso no ocurrió. Sin embargo, Gran Bretaña dejó de ser una de las economías con mayor crecimiento económico del G7 para convertirse en una de las que menos crece. La economía se acható.
El mercado laboral, tradicionalmente una de las maravillas del país, está pegando la vuelta. La tasa de desempleo sigue siendo muy baja, pero mirando detenidamente las horas trabajadas en todo el país han caído a su nivel más bajo en seis años. Los salarios ya no caen pero apenas suben.
Algunos observadores estiman que de no haber mediado el Brexit, la economía hoy habría crecido entre 1 y 2% más de PBI. El mismo 2% de PBI que las empresas apartaron en los bancos. En lugar de ser usado en la economía, el dinero fue a parar al banco. En lugar de tener empresas invirtiendo para que la economía crezca a 10% anual, ahora el país crece a 2%.
En general, las empresas de todo el país han reducido sus inversiones a la mitad en comparación con el año anterior, una decisión puramente lógica si se tiene en cuenta que todavía nadie sabe cómo va a ser el arreglo entre Gran Bretaña y la Unión Europea. ¿Por qué invertir en nuevas plantas, en contratar empleados o en apostar a una nueva adquisición si no se sabe cuál va a ser el marco legal? Mejor tener ese dinero guardado en el banco.
Si Gran Bretaña logra evitar una salida dura de la UE, es muy posible entonces que todo ese dinero acumulado se vuelque en inversiones para reactivar una vez más la economía del país.