“Lo más relevante del nuevo cronograma de pagos al FMI es que los desembolsos están extendidos en el tiempo. Es decir que la Argentina, en lugar de tener que pagarle en tres años los 44.700 millones de dólares que tomó el expresidente Mauricio Macri y que hipotecaban el crecimiento de nuestro país, lo hará en 12 años y medio, comenzando a pagar de forma semestral a partir de 2026”, indica el economista.
“Por otro lado, la auditoría a nuestras cuentas públicas se realizará de forma trimestral y, en caso de sobrecumplir con las metas fiscales, monetarias, financieras y cambiarias, el dinero sobrante no podría utilizarse para gasto público”, advierte.
“En síntesis, la idea de esta refinanciación del Stand By otorgado en junio en 2018 es alcanzar las obligaciones pautadas con el FMI ajustando los bolsillos de los argentinos lo menos posible, al mismo tiempo que lograr un consenso político y social, de forma tal de llegar al 2034 habiendo servido la deuda”, completa.
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