Ejecutaron al mejor alumno de EE.UU. en Levante
Así sostiene Noam Chomsky en un comentario publicado por varios medios europeos. Este gurú de la izquierda radical recuerda que los crímenes por cuales lo ahorcaron se cometieron mientras Saddam era aliado de Washington, en los años 80.
En realidad, Chomsky es un lingüista, padre de teorías posmodernas hoy algo desactualizadas. Dedicado desde hace mucho a la polémica política, hoy afirma: “El apuro de Estados Unidos por desembarazarse de Saddam y su presencia física no es casual”.
“Tras años de silencio cómplice, los medios occidentales –afirma- debieran explicar que el raís fue un producto norteamericano para pelear contra Irán, por lo mismo que al Qa’eda era aliado en Afganistán contra la Unión Soviética en los años 70”. Existe en los archivos, revela el columnista, “una foto de 1983, donde Donald Rumsfeld le estrecha la mano a Saddam. Pero el hombre de la calle ignora estas cosas”.
Por cierto, “en 1982 Ronald Reagan saca a Irak de la lista de auspiciantes del terrorismo internacional, para poder brindarle ayuda bélica substancial, inclusive armas de destrucción masiva, como el gas empleado para masacrar kurdos y shiitas”. Rumsfeld marchó a Bagdad para firmar esos convenios. “EE.UU. buscaba usar al Irak laico para destruir al Irán religioso. Esta cooperación alcanzó a 1987/8, lapso durante el cual Saddam desencadenó las masacres de An’fal y Halabdyá, esgrimidas ahora por sus jueces para condenarlo a muerte”.
Chomsky añade que las culpas no sólo son de Washington. “El raís fue asistido también por Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia e Italia. La primera continuó abasteciéndolo de armas hasta la invasión de Kuweit, 1990.Eso lo justificaba George W.H.Bush, padre del actual presidente, manifestando que “nuestra responsabilidad es asistir a los empresarios norteamericanos y a Saddam, como factor de estabilidad en la región”. Según concluye el polemista, “de no haber sido por el petróleo, Washington se habría fijado en Irak menos que en Darfur”.
En realidad, Chomsky es un lingüista, padre de teorías posmodernas hoy algo desactualizadas. Dedicado desde hace mucho a la polémica política, hoy afirma: “El apuro de Estados Unidos por desembarazarse de Saddam y su presencia física no es casual”.
“Tras años de silencio cómplice, los medios occidentales –afirma- debieran explicar que el raís fue un producto norteamericano para pelear contra Irán, por lo mismo que al Qa’eda era aliado en Afganistán contra la Unión Soviética en los años 70”. Existe en los archivos, revela el columnista, “una foto de 1983, donde Donald Rumsfeld le estrecha la mano a Saddam. Pero el hombre de la calle ignora estas cosas”.
Por cierto, “en 1982 Ronald Reagan saca a Irak de la lista de auspiciantes del terrorismo internacional, para poder brindarle ayuda bélica substancial, inclusive armas de destrucción masiva, como el gas empleado para masacrar kurdos y shiitas”. Rumsfeld marchó a Bagdad para firmar esos convenios. “EE.UU. buscaba usar al Irak laico para destruir al Irán religioso. Esta cooperación alcanzó a 1987/8, lapso durante el cual Saddam desencadenó las masacres de An’fal y Halabdyá, esgrimidas ahora por sus jueces para condenarlo a muerte”.
Chomsky añade que las culpas no sólo son de Washington. “El raís fue asistido también por Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia e Italia. La primera continuó abasteciéndolo de armas hasta la invasión de Kuweit, 1990.Eso lo justificaba George W.H.Bush, padre del actual presidente, manifestando que “nuestra responsabilidad es asistir a los empresarios norteamericanos y a Saddam, como factor de estabilidad en la región”. Según concluye el polemista, “de no haber sido por el petróleo, Washington se habría fijado en Irak menos que en Darfur”.
