Egipto: última oportunidad para la paz

Arafat y Barak se reunirán hoy, tras dos semanas de violencia y casi 100 muertos. La cumbre se celebrará a orillas del Mar Rojo, y asistirán Clinton y el presidente de Egipto, como los principales mediadores.

16 octubre, 2000

(EFE).- El primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, se reunirán hoy (lunes 16) en Egipto, para intentar desactivar la violencia en los territorios autónomos palestinos, que ha congelado el proceso de paz.

A la cumbre, que se celebrará en el complejo turístico egipcio de Sharm el Sheij, a orillas del Mar Rojo, asistirán el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, cuyo país patrocina el proceso de paz, y el de Egipto, Hosni Mubarak, el anfitrión y principal mediador árabe en las negociaciones.

También estarán presentes el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana, y el rey Abdalá II de Jordania, que serán los únicos mediadores invitados a participar en la cumbre.

La reunión de Sharm el Sheij se presenta como la última oportunidad para encarrilar el proceso de paz entre israelíes y palestinos e intentar acabar con la actual ola de violencia, que ha costado la vida en las últimas dos semanas a casi un centenar de personas, en su gran mayoría palestinos.

Mubarak, cuyo país firmó la paz con Israel en 1979, dijo hoy que la cumbre se celebrará a las 10 GMT, e insistió que “Egipto tiene varias demandas que se deben cumplir para que la reunión tenga éxito”.

Para el presidente egipcio, “los palestinos e israelíes no deben ser tratados de forma igual cuando se habla de un alto el fuego… Israel tiene que retirar sus fuerzas armadas de los territorio autónomos”.

Según Usama el Baz, el asesor político de Mubarak, el mandatario egipcio considera también necesaria la formación de una comisión investigadora para determinar responsabilidades y “garantizar que las provocaciones israelíes no se repetirán en el futuro”.

El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amro Musa, afirmó hoy que “no hay ningún problema respecto al temario de la cumbre”, en alusión a noticias procedentes de Gaza, según las cuales Arafat había condicionado su presencia en la reunión a que “tenga un temario concreto”.

Según fuentes palestinas, Arafat exigirá, entre otras, que Israel levante el cerco impuesto por sus fuerzas armadas a los territorios autónomos desde el linchamiento a dos solados israelíes el jueves pasado en la ciudad cisjordana de Ramala.

Barak, por su parte, tiene previsto pedir a Arafat que ordene el cese del levantamiento popular palestino, y que detenga nuevamente a decenas de activistas del movimiento integrista islámico “Hamas”, excarcelados durante los ataques lanzados el jueves por helicópteros israelíes en Cisjordania y Gaza.

El secretario general de la ONU, que se encuentra desde el sábado en Sharm el Sheij, a donde llegó procedente de Israel, se entrevistó hoy con Mubarak para discutir los preparativos de la cumbre, cuya convocatoria fue conseguida gracias a los intensos esfuerzos internacionales de los últimos días.

Annan dio cuenta a Mubarak de las gestiones diplomáticas realizadas con los líderes israelíes y palestinos para detener la violencia, que se desencadenó en los territorios autónomos tras la visita del líder derechista israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas, en el sector árabe de Jerusalén, el pasado 28 de septiembre.

La participación del responsable de la ONU en Sharm Sheij significa la primera presencia directa de las Naciones Unidas en el proceso de paz para Medio Oriente, desde la Conferencia de Madrid, en 1991.

Annan ha desplegado una frenética actividad diplomática esta semana en la zona para lograr la celebración de la cumbre, e intentar mediar en la liberación de los tres soldados israelíes capturados la semana pasada en el sur del Líbano por la milicia chiíta libanés Hizbulá.

Este grupo integrista anunció hoy la captura de un cuarto ciudadano israelí, lo que ha significado una dificultad añadida a los esfuerzos de la comunidad internacional para desactivar la violencia en la zona.

Aunque la mayoría de regímenes árabes son favorables a la cumbre de Sharm el Sheij, la respuesta popular en las calles ha sido de rechazo a esta reunión, que es vista como una conspiración contra los palestinos.

(EFE).- El primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, se reunirán hoy (lunes 16) en Egipto, para intentar desactivar la violencia en los territorios autónomos palestinos, que ha congelado el proceso de paz.

A la cumbre, que se celebrará en el complejo turístico egipcio de Sharm el Sheij, a orillas del Mar Rojo, asistirán el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, cuyo país patrocina el proceso de paz, y el de Egipto, Hosni Mubarak, el anfitrión y principal mediador árabe en las negociaciones.

También estarán presentes el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el representante de la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana, y el rey Abdalá II de Jordania, que serán los únicos mediadores invitados a participar en la cumbre.

La reunión de Sharm el Sheij se presenta como la última oportunidad para encarrilar el proceso de paz entre israelíes y palestinos e intentar acabar con la actual ola de violencia, que ha costado la vida en las últimas dos semanas a casi un centenar de personas, en su gran mayoría palestinos.

Mubarak, cuyo país firmó la paz con Israel en 1979, dijo hoy que la cumbre se celebrará a las 10 GMT, e insistió que “Egipto tiene varias demandas que se deben cumplir para que la reunión tenga éxito”.

Para el presidente egipcio, “los palestinos e israelíes no deben ser tratados de forma igual cuando se habla de un alto el fuego… Israel tiene que retirar sus fuerzas armadas de los territorio autónomos”.

Según Usama el Baz, el asesor político de Mubarak, el mandatario egipcio considera también necesaria la formación de una comisión investigadora para determinar responsabilidades y “garantizar que las provocaciones israelíes no se repetirán en el futuro”.

El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amro Musa, afirmó hoy que “no hay ningún problema respecto al temario de la cumbre”, en alusión a noticias procedentes de Gaza, según las cuales Arafat había condicionado su presencia en la reunión a que “tenga un temario concreto”.

Según fuentes palestinas, Arafat exigirá, entre otras, que Israel levante el cerco impuesto por sus fuerzas armadas a los territorios autónomos desde el linchamiento a dos solados israelíes el jueves pasado en la ciudad cisjordana de Ramala.

Barak, por su parte, tiene previsto pedir a Arafat que ordene el cese del levantamiento popular palestino, y que detenga nuevamente a decenas de activistas del movimiento integrista islámico “Hamas”, excarcelados durante los ataques lanzados el jueves por helicópteros israelíes en Cisjordania y Gaza.

El secretario general de la ONU, que se encuentra desde el sábado en Sharm el Sheij, a donde llegó procedente de Israel, se entrevistó hoy con Mubarak para discutir los preparativos de la cumbre, cuya convocatoria fue conseguida gracias a los intensos esfuerzos internacionales de los últimos días.

Annan dio cuenta a Mubarak de las gestiones diplomáticas realizadas con los líderes israelíes y palestinos para detener la violencia, que se desencadenó en los territorios autónomos tras la visita del líder derechista israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas, en el sector árabe de Jerusalén, el pasado 28 de septiembre.

La participación del responsable de la ONU en Sharm Sheij significa la primera presencia directa de las Naciones Unidas en el proceso de paz para Medio Oriente, desde la Conferencia de Madrid, en 1991.

Annan ha desplegado una frenética actividad diplomática esta semana en la zona para lograr la celebración de la cumbre, e intentar mediar en la liberación de los tres soldados israelíes capturados la semana pasada en el sur del Líbano por la milicia chiíta libanés Hizbulá.

Este grupo integrista anunció hoy la captura de un cuarto ciudadano israelí, lo que ha significado una dificultad añadida a los esfuerzos de la comunidad internacional para desactivar la violencia en la zona.

Aunque la mayoría de regímenes árabes son favorables a la cumbre de Sharm el Sheij, la respuesta popular en las calles ha sido de rechazo a esta reunión, que es vista como una conspiración contra los palestinos.

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