<p>La actividad, pues, retrocedió en el primer trimestre de 2009 –segundo del año fiscal- a razón de 6,1% anual. Son cifras de la oficina de análisis económico (BEA en inglés) y significan los peores nueve meses desde 1958. Salvo el último bimestre, son imputables al gobierno de George W. Bush.</p>
<p>En general, los analistas de Wall Street no esperaban una baja superior a 4,7%, en sí nada gratificante. Pero el inesperado descenso aventó expectativas de que el PBI hubiese empezado a ceder con menor intensidad. No obstante, el trimestre más negativo continúa siendo el anterior, 6,3%.</p>
<p>Una contracción de la inversión privada pesó bastante en la tendencia de fondo. Las empresas recortaron erogaciones de capital al ritmo de 38% anual, una catástrofe. Los inventarios se recortaron US$ 103.700 millones en período, en tanto se achicaban costos y 44,2% las inversiones en nuevos proyectos.</p>
<p>Como único consuelo, el gasto de las personas repuntó 2,2%, luego de disminuir en los dos trimestres previos. El sacudón en el PBI contrasta con ciertas señales de estabilización, notadas en marzo por fuentes privadas.</p>
<p>Aunque la economía verdaderamente haya pasado el nadir, la situación de millones de norteamericanos tardará bastante en mejorar. Las ocasionales burbujas bursátiles no llegan –ni pretenden hacerlo- a las clases media, media baja y baja. Ni en EE.UU. ni en el resto del mundo. Al cabo del primer trimestre, por ejemplo, cinco millones (8,5% de la población activa) carecían de empleo. Esta proporción podría trepar hasta 9,5/10% antes de aflojar. <br />
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EE.UU. vive los peores meses desde 1958
Pese a ciertas expectativas, el producto bruto interno declinó rápidamente en enero-marzo, señala un informe oficial. Ya lo había hecho en el semestre anterior y, por lo visto, será un problema para el nuevo gobierno norteamericano.