<p>En países como China, Saudiarabia, India o Indonesia, hasta las estadísticas oficiales mejor amañadas indican que los precios al consumidor subieron de 9 a 11% en doce meses. En Rusia, el nivel llega a 15%, en Argentina la cifra real no baja de 25% ni de 30% en Venezuela. Si se evalúan correctamente los números, dos tercios de la población sufrirán inflaciones superiores a 10% anual en este segundo semestre.</p>
<p>Sea como fuere, una serie de economías en desarrollo muestra, hasta mayo, tasas anuales superiores a las de los nueve años previos. Por otra parte, se observan -como notaba Trichet desde Basilea- similitudes alarmantes entre actuales países emergentes y países centrales a principios de los años 70, cuando se desató aquella "gran inflación" que Paul Volcker afrontó desde 1978 en la Reserva Federal.</p>
<p>¿Se hallan las economías en desarrollo ante dilemas parecidos?… Según cifras oficiales, los precios al consumidor chino marcan 9% anual (contra 3% hace doce meses), un pico de doce años. Rusia pasó de 8% a más de 15%. Casi todos los exportadores petroleros del golfo Pérsico sufren más de 10%. En India, los precios mayoristas -referente preferido por el gobierno- tocan 7,8%, pico en cuatro años.</p>
<p>En Latinoamérica, la inflación sigue relativamente baja, si se la compara con registros históricos. No obstante, Brasil fue de 3% a principios de 2007 a 5% y Chile avanzó de 2,5 a 8,3%. Más alarmantes son Venezuela, cuyos precios minoristas superan 30%, y Argentina, donde nadie cree que la inflación sea el 9% oficial. En este caso, Morgan Stanley estima que, en 2008, alcanzará 23%, contra 14,3% en 2007.</p>
<p>La tasa china debe ser superior a la oficial, porque el índice para el consumidor no extrapola bien los servicios. En India, los atrasos estadigráficos suelen obligar a severas revisiones luego de la publicación: la cifra definitiva de marzo, por ejemplo, quedó tres puntos sobre la inicial, lo cual empuja a 9-10% la proyección mayorista anual.</p>
<p>Sin duda, las alzas recientes derivan del sostenido aumento internacional de hidrocarburos y productos básicos de origen agrícola, mayormente en los países importadores. En China, los alimentos subieron 22% en doce meses, contra apenas 1,8% del resto. Los gobiernos han reaccionado aplicando más controles internos y restringiendo exportaciones. Verbigracia, India ha suspendido el mercado de futuros y opciones (Bombay) para varias materias primas, que considera especulativo. Pero se trata de medidas coyunturales.</p>
<p>Algunos bancos centrales -Brasil, Rusia, Indonesia, India, etc.- han elevado tasas referenciales. Pero, como no siguen el ritmo inflacionario, los tipos reales se retrasan y son mayormente negativos; salvo en México, Surcorea o Brasil. Rusia es un caso extremo: su tasa básica, 6,5% anual, queda 8,5 puntos por debajo de la inflación.</p>
<p>Muchos funcionarios de países emergentes sostienen que no hace falta torniquetes monetarios. A su juicio, la mayor inflación se debe al incremento de precios internacionales de alimentos básicos e hidrocarburos. A su vez, los asocian a especulación y caídas temporarias de oferta.</p>
<p>Por cierto, es posible -presumen algunos analistas en Londres y Nueva York- que los valores de alimentos agrícolas cedan más adelante en el año. Pero eso no debiera pasar por alto la inflación en sí. La sincronización en el incremento de productos primarios, sospechan los ortodoxos, permite suponer otros motivos fuera de la escasez de oferta. Por ejemplo, políticas monetarias blandas, distorsiones cambiarias y la propia demanda del mundo en desarrollo.</p>
<p>Finalmente, otro grupo de expertos apunta a un fenómeno perceptible por ahora en Estados Unidos: el estancamiento inflacionario (estanflación), que no impide el "efecto contagio" de unos rubros sobre otros. Verbigracia, según Goldman Sachs los alimentos representan 30/40% en los índices minoristas en los países emergentes o periféricos, contra apenas 15% en los centrales. Esto puede ser una fuente de estanflación, como ya ocurrió hace 35 años en Latinoamérica.</p>
<p>Algunos países parecen más proclives a la inflación que otros, postula un estudio de Union des Banques Suisses. Analizando salarios, expectativas, demanda y capacidad instalada, Argentina, Brasil, India, Rusia y los exportadores petroleros del golfo son los que afrontarán mayores riesgos en los próximos meses. Las presiones parecen menores en China, México, Surcorea o Turquía.</p>
<p>Todo lo expuesto señala, a criterio de varios analistas financieros occidentales, es preciso endurecer políticas, empezando por elevar intereses en relación con el PBI. ¿Para qué? Para frenar la expansión de la masa monetaria básica (M-1), que llegó a 20% para los últimos doce meses en el mundo en desarrollo, casi el triple que en las economías centrales. Rusia es emblemática: su M-1 aumentó 42% en ese lapso. En cuanto a la Eurozona, su inflación minorista anual es de apenas 3,8% (inferior a la norteamericana) y, en realidad, las actuales condiciones sugieren que llevarla al 2%, fijado en los 90 por el tratado de Maastricht, sería algo arrasador.</p>
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EE.UU. se enfría pero algunos ven riesgos inflacionarios
Jean-Claude Trichet (BCE) alerta otra vez sobre errores de los 70, cuando se dejó avanzar la inflación y se frenó el crecimiento. Aludía a los principales emisores y sus gobiernos. Ahora, una media de 3,8% genera histeria en la Eurozona.