domingo, 22 de diciembre de 2024

EE.UU. sanciona a petrolero aliado de Putin

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Igor Sechin, presidente ejecutivo de la petrolera estatal rusa Rosneft y allegado a Putin, fue incorporado a la lista de los ciudadanos sancionados a causa del conflicto en Ucrania. A 17 empresas les congelaron activos.

 La sanción al jerarca energético complica la delicada estrategia de los gigantes estadounidenses y europeos del sector, a causa del conflicto entre Occidente y Moscú.

 

También se incluyó en la “lista negra” a Sergei Chemezov, director general de Rostec, el programa estatal de manufactura y exportación de productos de alta tecnología.

 

En otro avance de la presión norteamericana sobre el gobierno de Putin, siete funcionarios de la Administración rusa –incluidos dos cercanos al Presidente- sufrirán una congelación de sus bienes en EE.UU. y sus visas para viajar a este país serán canceladas.

 

Este nuevo anuncio de castigos a ciudadanos y empresas rusas es el cuarto efectuado por Estados Unidos y eleva los individuos afectados a 45 y las empresas a 19.

 

Entre los sancionados, sujetos a restricciones de viaje y al bloqueo de sus activos en EE.UU., también está el viceprimer ministro ruso, Dmitri Kozak; el presidente del Comité de Relaciones Exteriores en la Cámara Baja del Parlamento ruso, Aleksei Pushkov; y el enviado especial de Rusia a la anexionada región de Crimea, Oleg Evgenyevich Belavencev.

 

En cuanto a las compañías, todas ellas están relacionadas con tres empresarios “muy cercanos” a Putin y que ya fueron sancionados por Washington el pasado 20 de marzo: Gennady Timchenko y los hermanos Boris y Arkadi Rotenberg.

 

De las 17 compañías sancionadas, el Departamento de Comercio ha impuesto restricciones a 13 de ellas en las exportaciones de productos estadounidenses y restringirá la exportación de artículos de tecnología punta que puedan mejorar las capacidades militares de Rusia.

 

Al anunciar las nuevas sanciones, Obama declaró desde Manila –en la cuarta y última parada de su gira asiática- que “el objetivo no es atacar personalmente a Putin, sino hacerle cambiar de rumbo”.

 

Además de las sanciones, el gobierno de Estados Unidos revocó las licencias de exportación de bienes de alta tecnología, lo que puede dañar al sector militar ruso.

 

La Casa Blanca justificó las nuevas sanciones como “respuesta a la continua intervención ilegal de Rusia en Ucrania y las acciones provocadoras que socavan la democracia de Ucrania y su paz, seguridad, soberanía e integridad territorial”.

 

Las sanciones anunciadas colocan a Rusia en clara violación de lo acordado en Ginebra y prácticamente se traducen en la defunción del acuerdo alcanzado el pasado día 17 en Suiza, que tenía por objetivo rebajar la tensión en el este de Ucrania.

 

“Desde el 17 de abril, Rusia no ha hecho nada para cumplir lo acordado en Ginebra, de hecho ha subido el tono a la crisis”, ha manifestado la Casa Blanca a través de un comunicado. 

 

“La implicación de Rusia en los recientes actos de violencia en el este de Ucrania es incuestionable”, puntualiza la comunicación.

 

Siempre escéptico respecto a lo que se puede esperar del Kremlin, Obama declaró a la prensa en Manila que no sabía si esta nueva ronda de castigos funcionaría y haría que Moscú frenase sus ansias expansionistas. Lo que si parece quedar probado, y así lo ha dejado saber la Casa Blanca, es que Washington “está preparado para imponer costes aún más altos” si Rusia persiste en “sus provocaciones” contra Ucrania.

 

Obama alertó a Rusia contra la tentación de desplazar tropas dentro de territorio ucraniano al declarar que EE.UU. tenía “más opciones disponibles”, incluidas sanciones a sectores económicos, si Moscú prosigue con la escalada bélica.

 

Hasta el momento, las sanciones impuestas tanto por EE.UU. como por la Unión Europea, que ayer se disponía a anunciar su propio paquete de medidas contra Rusia, han hecho poco o nada para disuadir a Rusia, y las provocaciones de las milicias prorrusas continúan tanto dentro como en las cercanías de Ucrania.

 

Se restringirá la exportación de artículos de tecnología punta que puedan mejorar las capacidades militares de Rusia.

 

El secretario del Tesoro norteamericano, Jacob Lew, aseguró que las nuevas sanciones “incrementarán el impacto que ya han tenido en la economía rusa” las medidas impuestas de forma coordinada por Washington y la UE.

 

“Las previsiones de crecimiento de la economía rusa han caído en picado, la fuga de capital se ha acelerado y los crecientes costes de los préstamos reflejan una confianza menguante en las perspectivas del mercado”, dijo Lew a través de un comunicado.

 

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