EE.UU.: piden que la baja de impuestos sea retroactiva

El presidente electo, George W. Bush, se muestra cada día más preocupado por una posible recesión. Quiere que su plan de recorte de impuestos rija con retroactividad al último 1 de enero. Los demócratas ya no presentan una oposición férrea.

8 enero, 2001

El equipo económico del presidente electo de Estados Unidos, George Bush, no disimula su preocupación por una eventual recesión en ese país.

En una entrevista con el programa de televisión Fox News Sunday, Lawrence Lindsey, principal asesor económico del próximo primer mandatario, dijo que se está haciendo evidente que muchos sectores en la economía estadounidense «están en graves problemas» y que la reciente medida de la Reserva Federal de recortar las tasas de interés por sí misma no detendrá la desaceleración de la economía.

Debido a esta preocupación, Bush presionará para que el Congreso apruebe rápidamente su propuesto recorte tributario de 1,3 billón de dólares en diez años.

A pesar de que los asesores del ex gobernador de Texas no dan una confirmación de los detalles de esta medida, varios economistas y allegados a la Casa Blanca han asegurado que la nueva administración propondrá un paquete retroactivo al 1 de enero, en una medida encaminada a aliviar a los consumidores lo antes posible.

El senador demócrata John Breaux dijo por su parte que un recorte de la tasa tributaria a ser implementado gradualmente a principios de 2002, como había propuesto Bush en su campaña, no tendría efecto de inmediato y que el equipo del nuevo mandatario debería presentar un paquete menos drástico para el corto plazo.

Esta es una nueva señal de que los demócratas, preocupados también por el espectro de una recesión, están dispuestos a facilitar la aprobación de un proyecto que hasta hace una semana repudiaban en forma enérgica.

El equipo económico del presidente electo de Estados Unidos, George Bush, no disimula su preocupación por una eventual recesión en ese país.

En una entrevista con el programa de televisión Fox News Sunday, Lawrence Lindsey, principal asesor económico del próximo primer mandatario, dijo que se está haciendo evidente que muchos sectores en la economía estadounidense «están en graves problemas» y que la reciente medida de la Reserva Federal de recortar las tasas de interés por sí misma no detendrá la desaceleración de la economía.

Debido a esta preocupación, Bush presionará para que el Congreso apruebe rápidamente su propuesto recorte tributario de 1,3 billón de dólares en diez años.

A pesar de que los asesores del ex gobernador de Texas no dan una confirmación de los detalles de esta medida, varios economistas y allegados a la Casa Blanca han asegurado que la nueva administración propondrá un paquete retroactivo al 1 de enero, en una medida encaminada a aliviar a los consumidores lo antes posible.

El senador demócrata John Breaux dijo por su parte que un recorte de la tasa tributaria a ser implementado gradualmente a principios de 2002, como había propuesto Bush en su campaña, no tendría efecto de inmediato y que el equipo del nuevo mandatario debería presentar un paquete menos drástico para el corto plazo.

Esta es una nueva señal de que los demócratas, preocupados también por el espectro de una recesión, están dispuestos a facilitar la aprobación de un proyecto que hasta hace una semana repudiaban en forma enérgica.

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