Un funcionario de Beijing salió al cruce diciendo que “el proyecto de ley exagera la amenaza china”.
El proyecto, que deberá ahora ser aprobado en la Cámara de Representantes antes de convertirse en ley, es uno de los pocos puntos de acuerdo entre republicanos y demócratas. El proyecto autoriza a gastar hasta US$ 250.000 millones en financiamiento para investigación tecnológica, desarrollo y fabricación de semiconductores y también subsidios para fabricantes de robots y semiconductores. La escasez de chips de computación, que podría durar dos años más, dañó la producción de la industria automotriz en un momento en que aumenta la demanda global.
La legislación también bloquea la compra de drones fabricados y vendidos por empresas estatales chinas. Una vez que el proyecto se apruebe las organizaciones chinas que participaron en ciberataques en Estados Unidos o en robos de propiedad intelectual de firmas norteamericanas también sufrirán sanciones.
Esta legislación se aprueba en un momento en que hay señales de acercamiento entre Washington y Beijing. En mayo, China y Estados Unidos mantuvieron conversaciones virtuales entre negociadores comerciales, primera reunión de la administración Biden.
Pero el miércoles un vocero del ministro chino de relaciones exteriores dijo que esta ley dañaría esos esfuerzos ya que “muestra mentalidad de Guerra Fría y es contraria a la aspiración del público de ambos países de fortalecer los intercambios y la cooperación”.