<p>Este trabajoso pasaje es apenas una parte de un largo trámite. Ahora, los senadores deben tratas sus propias propuestas, que posiblemente lleguen a tablas antes de terminar noviembre. Si consiguen pasar un proyecto distinto del otro, las divergencias habrán de limarse antes de elevar un texto definitivo a la firma del presidente.<br />
No obstante, la versión de diputados es un notable paso adelante. Se trata de que los norteamericanos obtengan la mayor pieza legislativa sobre seguro médico desde el doblete “medicare/medicaid” (atención médica), que data de 1965. Instituirá una cobertura casi universal de salud que alegra a veteranos de tantos debates frustrados por el “lobby” de médicos, aseguradoras y farmoquímicas. <br />
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En su forma presente, el texto de la cámara baja contiene cambios radicales en el sistema. Toda empresa que abone salarios por un total mínimo de US$ 500.000 deberá ofrecer cobertura médica al personal, so pena de altas multas. Los estados han de extender medicaid (atención de pobres) a un adicional de quince millones.<br />
Otra cláusula, presente en dos ante proyectos senatoriales (uno es el de Stephen Baucus), exige que todo individuo tenga seguro de salud. Los de ingresos bajos y medios podrán recibir subsidios para financiar coberturas privadas. Pero, si bien la idea había sido descartada hace un mes –por influjo de los lobistas-, la “opción pública”, o sea un seguro estatal, competirá con las firmas privadas. Por otra parte, éstas no podrán ya negarles cobertura a personas con enfermedades agudas o crónicas. Aseguradoras y asociaciones médicas esperan bochar ambas medidas en el Senado.</p>
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EE.UU: el seguro médico en manos de un Senado reticente
Días atrás, la cámara de Representantes pasó el proyecto de Barack Obama por un margen inesperadamente estrecho: 220 votos en favor, 215 en contra, 39 de ellos demócratas. La intención es actualizar un sistema que implica US$ 2,5 billones.