EE.UU. como la UE, afrontan una recesión
La economía occidental puede desembocar en una especie de recesión a dos puntas -Estados Unidos, UE- muy difícil de aliviar. Así sostiene William Gross, de Pacific Investment Management (PimCo). No es el único, pero sí el más terminante hasta ahora.
30 agosto, 2011
<p>En este entorno, la mayor cartera mundial de bonos, por boca del analista, se pronuncia por “invertir en papeles de renta fija emitidos por Australia, Brasil, México, Canadá y otros emergentes”. También recomienda “monedas ajenas al dólar, especialmente las vinculadas a Levante, Asia oriental, sudoriental y meridional”. Gross es codirector y fundador de PimCo, cuyo director ejecutivo es Mohammed el-Erian. <br />
<br />
Si bien, en el plano global, las acciones atraen por sus rindes y dividendos, son vulnerables a vaivenes en el crecimiento económico real o a factores de otro tenor. Por ejemplo, “la puja entre ricos y pobres presiona sobre los rindes de letras en EE.UU. Ni inversores ni prestatarios saldrán del choque exentos de magulladuras”.<br />
<br />
El-Erian y Gross acuñaron, hace más de dos años, el término “nueva normalidad”. Su objeto era describir un largo período de expansión bajo la media histórica y, por consiguiente, alto desempleo. Particularmente en la economía norteamericana.<br />
Por eso, “preferimos países de camiseta menos manchada como Brasil, México o Australia, donde priman rindes más altos y trimestrales más transparentes”, apunta Gross. Siguiendo esa filosofía, incrementó la cartera Total Return Fund (US$ 245.000 millones) 8% en junio y 10% en julio.<br />
<br />
Paralelamente, recortó equivalentes en efectivo y títulos del mercado monetario. Así, alcanzó un piso desde enero en tenencias de caja.<br />
<br />
Por supuesto, la crisis europea de endeudamiento soberano era una causa más inmediata de problemas. Según teme Gross, “países como Grecia, Portugal o Irlanda corren el riesgo de quedar fuera del euro. Los consiguientes resquemores sobre iliquidez podrían desestabilizar otros mercados regionales de bonos. A menos, claro, que el Banco Central Europeo se lance a comprar más papeles de renta fija”.<br />
<br />
Más allá de breves euforias ad usum Delphini, en agosto la confianza en las perspectivas económicas a ambas orillas del océano cedieron al nivel prevaleciente en diciembre de 2008. La crisis de deuda obscurecía el horizonte en las diecisiete miembros de la Eurozona. Un indicador de actitudes compilado por la Comisión Europea bajó de 103 puntos en julio a 98,3 en agosto, el mínimo desde mayo de 2010.</p>
<p> </p>
<p> </p>