Economía agitada

Cayeron las acciones y los bonos.Marx pidió colaboración. José María Aznar y el modelo Cordobés.

21 octubre, 2000

El término utilizado por los observadores para calificar la actuación de las bolsas mundiales fue volatilidad. Los nervios alterados de los operadores tornaron de alguna manera impredecible la marcha de los mercados.

El día había comenzado el miércoles en Wall Street con el anuncio de IBM de que sus utilidades eran menor de lo marcado por las expectativas de los inversores bursátiles. A este factor de dudas se sumó el índice de aumento de precios al consumidor de septiembre, de 0,5%, que realimentó el temor de un aumento futuro de tasas de interés por disposición de la Reserva Federal.

Los analistas políticos incorporaron estos datos a sus análisis sobre la situación Argentina; en Buenos Aires, la bolsa volvió a bajar (1.1%) con lo cual la caída de los últimos tres meses subió a 25% y los títulos públicos descendieron 0,55, sumando menos 6% en tres semanas, mientras el costo del dinero entre bancos superó el 9%. Todo esto, observado en el contexto de un estancamiento de la economía, conflictos sociales, protesta de productores y falta de claridad en la salida del complejo proceso abierto por la renuncia de Carlos Alvarez a la vicepresidencia, mientras se reacomodan las fuerzas políticas para establecer espacios de poder.

En ese contexto, el secretario de Financiamiento, Daniel Marx, provocó un impacto en los empresarios y banqueros cuando manifestó “cuando uno está en un pozo, les pide a los demás que no sigan cavando”.

Marx aseguró que la deuda no es un problema que amenace la estabilidad de la economía argentina, puesto que está cubierta la necesidad de financiamiento para este año en 85% y que el nudo de la cuestión estriba en que el país exporta poco en relación con su PBI.

Se mostró optimista en lo relativo al corto plazo, en lo referente al tipo de cambio que, a su juicio mejorará con el aumento del euro y un menor crecimiento de la economía de los Estados Unidos.

A pesar del optimismo del secretario de Financiamiento, el miércoles el euro cayó al promediar la semana; este fenómeno causa preocupación en los sectores argentinos vinculados con la exportación, cuyos precios están atados a las oscilaciones del dólar estadounidense por la ley de convertibilidad. Sus productos se encarecen en relación a lo que pagan por ellos los consumidores europeos.

Por otra parte, los productos agropecuarios europeos, beneficiados con subsidios internos mejoran su capacidad de competir con la Argentina en terceros mercados en momentos que diversos recursos naturales argentinos están perdiendo rentabilidad.

Desde que se creó el euro, esta moneda perdió casi 30% de su valor frente al dólar; este porcentaje es la brecha cambiaria que complica las posibilidades de la Argentina de vender al mundo.

José María Aznar, en diálogo con el diario Clarín, señaló cuáles son, a su criterio, las claves de la recuperación de España.

Hizo hincapié en la baja en las tasas de interés y los impuestos a las personas, las empresas y las transmisiones, “lo que produjo un crecimiento intenso y sano del consumo”.

Y sintetizó un ” círculo virtuoso”: “El crecimiento sostenido de una economía depende del nivel de consumo y de inversión. Al disponer las familias de más recursos, además de la demanda creció el ahorro y las empresas invirtieron más.

Al escucharlo, resonaban las palabras del gobernador De la Sota y su “modelo cordobés”.

El término utilizado por los observadores para calificar la actuación de las bolsas mundiales fue volatilidad. Los nervios alterados de los operadores tornaron de alguna manera impredecible la marcha de los mercados.

El día había comenzado el miércoles en Wall Street con el anuncio de IBM de que sus utilidades eran menor de lo marcado por las expectativas de los inversores bursátiles. A este factor de dudas se sumó el índice de aumento de precios al consumidor de septiembre, de 0,5%, que realimentó el temor de un aumento futuro de tasas de interés por disposición de la Reserva Federal.

Los analistas políticos incorporaron estos datos a sus análisis sobre la situación Argentina; en Buenos Aires, la bolsa volvió a bajar (1.1%) con lo cual la caída de los últimos tres meses subió a 25% y los títulos públicos descendieron 0,55, sumando menos 6% en tres semanas, mientras el costo del dinero entre bancos superó el 9%. Todo esto, observado en el contexto de un estancamiento de la economía, conflictos sociales, protesta de productores y falta de claridad en la salida del complejo proceso abierto por la renuncia de Carlos Alvarez a la vicepresidencia, mientras se reacomodan las fuerzas políticas para establecer espacios de poder.

En ese contexto, el secretario de Financiamiento, Daniel Marx, provocó un impacto en los empresarios y banqueros cuando manifestó “cuando uno está en un pozo, les pide a los demás que no sigan cavando”.

Marx aseguró que la deuda no es un problema que amenace la estabilidad de la economía argentina, puesto que está cubierta la necesidad de financiamiento para este año en 85% y que el nudo de la cuestión estriba en que el país exporta poco en relación con su PBI.

Se mostró optimista en lo relativo al corto plazo, en lo referente al tipo de cambio que, a su juicio mejorará con el aumento del euro y un menor crecimiento de la economía de los Estados Unidos.

A pesar del optimismo del secretario de Financiamiento, el miércoles el euro cayó al promediar la semana; este fenómeno causa preocupación en los sectores argentinos vinculados con la exportación, cuyos precios están atados a las oscilaciones del dólar estadounidense por la ley de convertibilidad. Sus productos se encarecen en relación a lo que pagan por ellos los consumidores europeos.

Por otra parte, los productos agropecuarios europeos, beneficiados con subsidios internos mejoran su capacidad de competir con la Argentina en terceros mercados en momentos que diversos recursos naturales argentinos están perdiendo rentabilidad.

Desde que se creó el euro, esta moneda perdió casi 30% de su valor frente al dólar; este porcentaje es la brecha cambiaria que complica las posibilidades de la Argentina de vender al mundo.

José María Aznar, en diálogo con el diario Clarín, señaló cuáles son, a su criterio, las claves de la recuperación de España.

Hizo hincapié en la baja en las tasas de interés y los impuestos a las personas, las empresas y las transmisiones, “lo que produjo un crecimiento intenso y sano del consumo”.

Y sintetizó un ” círculo virtuoso”: “El crecimiento sostenido de una economía depende del nivel de consumo y de inversión. Al disponer las familias de más recursos, además de la demanda creció el ahorro y las empresas invirtieron más.

Al escucharlo, resonaban las palabras del gobernador De la Sota y su “modelo cordobés”.

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