<p>El discurso de Barack Obama seguía a semanas de roces entre votantes –en general conservadores de pueblo chico- y legisladores. Al mismo tiempo, el mandatario buscaba atenuar las divergencias entre los propios demócratas, fomentadas por un poderoso cabildeo que integran la asociación médica nacional (AMA), las clínicas privadas y, en general, la medicina rentada.<br />
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Las vacilaciones presidenciales en otros temas (Afganistán, reforma financiera) o decisiones políticas poco afortunadas han hecho ceder su aceptación pública de 51% en abril a 46% en agosto. Con un piso de 42% en julio.<br />
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“No soy el primer presidente que asume esta causa, pero estoy resuelto a ser el último y no me importan las encuestas. Al fin de cuentas, los cambios costarán menos de lo insumido en Irak y Afganistán”. El proyecto, en verdad, estima US$ 13.000 por beneficiario y unos 2.500 millones en total (ambas cifras son anuales).<br />
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En verdad, los republicanos también fueron castigados. Laura, esposa de George W.Bush, recordó que varias características de la propuesta educativa de Obama –lanzada el lunes- figuraban en una de su antecesor, rechazada por sus propios correligionarios. Maureen Dowd, del New York Times, hizo una aguda observación: Obama “es la clase de dirigente que inspira, se desinfla en un momento adverso pero vuelve a cautivar más tarde. No es tan pueril como William Clinton ni tan espantoso como Richard Cheney”.<br />
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El Capitolio debate ampliar la cobertura de salud a 47 millones de estadounidenses sin seguro médico. Estas carencias reflejan una larga proclividad al sector privado. No obstante, como señalaba Nancy Pelosi (jefa de diputados), “el lobby de las clínicas se apoya en un argumento falaz: la atención médica representa ya un sexto del producto bruto interno (que totaliza alrededor de doce billones). Pero, por lo mismo, el Estado no debiera subsidiar transportes públicos ni, mucho menos, bancos y entidades financieras en problemas (unos dos billones en 2008/10)”. <br />
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Acaudillados desde la sombra –o no tanto- por Cheney, los republicanos integrantes de cuatro comisiones senatoriales han bochado la reforma de Obama. Falta el de finanzas, donde su jefe, Max Baucus, busca un compromiso. Este demócrata por Montana presentará su propio esquema la semana próxima y está dispuesto a que se trate, sea cual fuere la reacción opositora. El proyecto costaría menos de US$ 900.000 millones en diez ejercicios fiscales (2010/11 a 2019/20), cubrirá seguros por 6.000 millones anuales, insumos terapéuticos por 4.000 millones, medicamentos por 2.300 millones y análisis clínicos por 750 millones.</p>
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Durísimo mensaje de Obama en favor del seguro médico
Si no aprueban la reforma, más gente morirá por falta de atención. Se acabó el juego, sostuvo un adusto presidente ante el congreso, aludiendo a 47 millones de pobres sin cobertura. Casi 20% de norteamericanos, más que la población argentina.