<p>Se impondrán recortes de bonos y techos salariales, particularmente duros en las siete entidades que recibieron US$ 694.000 millones en rescates con fondos públicos. Se trata del programa pro alivio de activos tóxicos (TARP, octubre de 2008), iniciativa del ex secretario de hacienda, Henry Paulson, hombre de Goldman Sachs.</p>
<p>Si bien las movidas se anticiparon durante semanas, los dos comunicados (hacienda, Reserva Federal) del jueves significan una intervención sin precedentes en políticas y decisiones remuneratorias tradicionalmente en manos de directorios y asambleas de accionistas privados.</p>
<p>Esta ofensiva modifica de plano los métodos usados para pagar a ejecutivos superiores, operadores, oficiales de crédito y otras potenciales amenazas a la salud del sistema. Según varios expertos en el tema, resultará difícil escapar a las nuevas normas de supervisión.</p>
<p>Por supuesto, las personas físicas podrían pasarse a fondos de cobertura (derivativos), fondos extrabursátiles y otros rincones ajenos a las nuevas limitaciones. Mientras la futura reforma financiera no las alcance.</p>
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Drásticos cortes remuneratorios a la banca en EE.UU.
En un primer golpe habrá otro-, el gobierno se lanza contra bancos y firmas de Wall Street responsables por la crisis financiera. Se anunciaron planes para regular las remuneraciones y bonificaciones de operadores e intermediarios.