Sobre la extensión de la medida hasta fin de octubre, con la obligación de ingresar las divisas antes del 20 de octubre, Romano explica: “Como el 25% de las divisas se pueden disponer, y el dólar libre subió fuertemente, la capacidad de pago asciende, y los precios se disparan. El problema es que el productor ya está vendido en niveles promedio históricos, lo que genera que el volumen de negocios no logre traccionar”.
El especialista de la Universidad Austral considera que uno de los problemas es en dónde colocar los pesos que generan estas ventas en una coyuntura económica y política muy compleja. “Al punto que los compradores están sobrepasando también el maíz, que es el único grano donde se logra encontrar oferta, y permite hacer trabajar el capital de trabajo que, de otra forma, quedaría en pesos. Prefieren asumir pérdidas en márgenes, a hundir dinero en instrumentos financieros que no son su negocio principal y que entrañan riesgo”.
Sobre la posible habilitación de la modalidad para otros granos (como maíz, girasol, trigo y cebada, e incluso sorgo) la última semana pasó sin novedades.
¿Qué pasa con el clima?
Las lluvias que no llegan afectan a todos los cultivos. “En soja, en menos de un mes comienza la ventana de siembra y esto es demasiado prematuro para que el mercado lo tome. Todo esto redundó en que los fondos especulativos siguieran vendiendo sus posiciones en el mercado de Chicago, al punto que pasaron a una posición neta negativa la semana pasada”, analiza Romano.
“La comercialización de soja argentina 22/23 en términos porcentuales está en 71% por encima del año pasado a la misma fecha, y del promedio histórico. Pero teniendo presente que la producción fue casi la mitad de lo esperado, hablamos de 12 mill.tt contra 26 del ciclo previo”, detalla el especialista que indica, además, que quedan 3 mill.tt a fijar y 6 mill.tt en el campo.
“En cuanto a ventas para el próximo año, están en niveles similares a otros ciclos con 450.000 tt a precio y 1,2 mill.tt si contemplamos también lo que está a fijar2, añade.
En maíz, si bien se avanzó en la siembra 6,6 puntos en la semana llegado casi al 14%, todavía están 7,5% atrasados contra el promedio, aunque mejor que el año pasado. “Se esperan algunas lluvias a mediados de esta semana, pero serían muy leves. La siguiente se ven pronósticos más fuertes, pero a mayor plazo menor confianza, y hablaríamos ya para la segunda semana de octubre, cuando parte de la intención de siembra podría pasar a tardío y en menor medida a soja”, considera el profesor de la sede Rosario de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral.
El trigo también sufre por la falta de lluvias, mientras se agota el tiempo para que los cultivos reciban aportes. “Las lluvias de la semana que arranca no lograrían generar cambios importantes, pero la siguiente podrían darse aportes más interesantes. A pesar de ello, ya hay un daño que será difícil reparar, y los privados están recortando estimaciones de producción”, indica.
Un dato interesante que aporta Romano es que las ventas de trigo a precio vienen “muy atrasadas para el ciclo 23/24 con solo 3% vendido cuando el promedio normal a esta época del año es superior al 20%”.