Desacuerdo sobre conveniencia de los bonos argentinos

La Argentina, a contramano de la tendencia mundial: bajó la Bolsa y subió el riesgo país que llegó a 759 puntos. El Chase recomendó tener menos bonos mientras ABN-Amro los sigue apoyando.

27 febrero, 2001

Wall Street se comportó duramente con la Argentina en el día de ayer (lunes 26); durante la mañana se difundieron diversos rumores que jugaron en contra del país.

Primero fue la aparición de un informe del Chase-JP Morgan, que recomendaba vender bonos de la deuda argentina; después, la versión, más tarde desmentida (ver “Moody´s no bajará la calificación argentina”), de que la agencia calificadora se aprestaba a bajarle la nota al país.

El Chase-JP Morgan explicó que cambiaba la recomendación de Argentina de “ponderación de mercado” a “ponderación ligeramente por debajo del mercado”, debido a preocupaciones acerca de las perspectivas económicas y políticas del país a corto plazo.

Esto quiere decir que la porción de bonos argentinos en poder de un inversor que siga la consejos de ese banco, debía achicarse. Naturalmente, ese achique se hace vendiendo papeles.

Estos dos sucesos, más las variables locales, provocaron una baja de los bonos de la deuda y las acciones argentinas, y un nuevo salto hacia arriba del riesgo país.

El día terminó con una caída de 0,8% promedio para los bonos más negociados de la deuda, y un retroceso de 1,1% en el índice MerVal de acciones líderes.

El riesgo país, entendido como la sobretasa que pagan los bonos argentinos sobre papeles similares de los Estados Unidos, saltó de 741 a 759 puntos.

El hecho más destacado por los operadores y analistas económicos es que la caída de la Bolsa porteña y la suba del riesgo se dieron en un día en que Wall Street y el resto de los mercados del mundo apuntaron hacia arriba, apostando abiertamente a que la Reserva Federal de los Estados Unidos bajará nuevamente las tasas de interés, quizás incluso antes de la reunión programada para el 20 de marzo.

Inclusive en Turquía la lira pareció estabilizarse contra el dólar, y el riesgo país bajó significativamente.

Ahora el mercado está expectante de los resultados de la recaudación fiscal de febrero, que se conocerán el jueves.

Estos datos, aseguran los economistas, revelarán qué está ocurriendo con el consumo interno, un factor clave para determinar si las expectativas de los consumidores mejoran o no.

Augusto Dargent, jefe del negocio bursátil del ABN Amro en Buenos Aires, puso un poco de optimismo;”En estas situaciones, donde lo que manda es el contexto externo, yo sigo recomendando comprar bonos argentinos porque me parecen baratos”—dijo— y agregó que “Hoy lo más importante que puede suceder es que la Reserva Federal baje las tasas, como casi todo el mundo cree que sucederá, entonces ahí sí va a cambiar la expectativa sobre la Argentina”.

Wall Street se comportó duramente con la Argentina en el día de ayer (lunes 26); durante la mañana se difundieron diversos rumores que jugaron en contra del país.

Primero fue la aparición de un informe del Chase-JP Morgan, que recomendaba vender bonos de la deuda argentina; después, la versión, más tarde desmentida (ver “Moody´s no bajará la calificación argentina”), de que la agencia calificadora se aprestaba a bajarle la nota al país.

El Chase-JP Morgan explicó que cambiaba la recomendación de Argentina de “ponderación de mercado” a “ponderación ligeramente por debajo del mercado”, debido a preocupaciones acerca de las perspectivas económicas y políticas del país a corto plazo.

Esto quiere decir que la porción de bonos argentinos en poder de un inversor que siga la consejos de ese banco, debía achicarse. Naturalmente, ese achique se hace vendiendo papeles.

Estos dos sucesos, más las variables locales, provocaron una baja de los bonos de la deuda y las acciones argentinas, y un nuevo salto hacia arriba del riesgo país.

El día terminó con una caída de 0,8% promedio para los bonos más negociados de la deuda, y un retroceso de 1,1% en el índice MerVal de acciones líderes.

El riesgo país, entendido como la sobretasa que pagan los bonos argentinos sobre papeles similares de los Estados Unidos, saltó de 741 a 759 puntos.

El hecho más destacado por los operadores y analistas económicos es que la caída de la Bolsa porteña y la suba del riesgo se dieron en un día en que Wall Street y el resto de los mercados del mundo apuntaron hacia arriba, apostando abiertamente a que la Reserva Federal de los Estados Unidos bajará nuevamente las tasas de interés, quizás incluso antes de la reunión programada para el 20 de marzo.

Inclusive en Turquía la lira pareció estabilizarse contra el dólar, y el riesgo país bajó significativamente.

Ahora el mercado está expectante de los resultados de la recaudación fiscal de febrero, que se conocerán el jueves.

Estos datos, aseguran los economistas, revelarán qué está ocurriendo con el consumo interno, un factor clave para determinar si las expectativas de los consumidores mejoran o no.

Augusto Dargent, jefe del negocio bursátil del ABN Amro en Buenos Aires, puso un poco de optimismo;”En estas situaciones, donde lo que manda es el contexto externo, yo sigo recomendando comprar bonos argentinos porque me parecen baratos”—dijo— y agregó que “Hoy lo más importante que puede suceder es que la Reserva Federal baje las tasas, como casi todo el mundo cree que sucederá, entonces ahí sí va a cambiar la expectativa sobre la Argentina”.

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