Denuncias sobre nepotismo en el Banco Mundial

El ultraconservador Paul Wolfowitz sostiene que no impuso a su novia como alta funcionaria en el Banco internacional de reconstrucción y fomento (BIRF). Así lo revelaron el “Washington post” y otros medios liberales.

11 abril, 2007

“En las últimas semanas –admite este adalid de la lucha contra la corrupción interna-, informaciones sobre nombramientos en el banco han suscitado dudas. Quiero asegurar al personal que siempre he respetado las normas y asumo las responsabilidades”.

El caso se centra en una musulmana, Shahá Rizá, destacada por el Banco mundial ante el departamento de estado norteamericano en septiembre de 2005. Es decir, a los seis meses de asumir Wolfowitz la presidencia por imposición de Estado Unidos (ex subsecretario de esa cartera, carecía de experiencia financiera).

La nueva funcionaria obtuvo en breve lapso aumentos que llevaron su sueldo a 16.130 mensuales. No parece demasiado, recordando que varios tecnócratas del BIRF y su mellizo, el Fondo Monetario, ganan más de US$ 20.000 al mes, dos tercios de lo que percibe George W.Bush. Pese a todo, el jefe de la Casa Blanca tiene jerarquía muy superior y bastante más trabajo que los managers de ambas entidades.

Pero Wolfowitz no negó las relaciones afectivas con Rizá. “He pedido opinión al consejo administrativo del banco”, explicó. Con lenguaje críptico, el funcionario reconoce que se le sugirió “buscar un compromiso que respete los intereses de la entidad y la funcionaria, ante una situación sin precedentes”. Mientras la prensa ser preguntaba si lo que no tenía antecentes era la relación sentimental o el ascenso de Rizá, ésta pedía licencia y había presiones internas para que Wolfowitz hiciese lo mismo.

“En las últimas semanas –admite este adalid de la lucha contra la corrupción interna-, informaciones sobre nombramientos en el banco han suscitado dudas. Quiero asegurar al personal que siempre he respetado las normas y asumo las responsabilidades”.

El caso se centra en una musulmana, Shahá Rizá, destacada por el Banco mundial ante el departamento de estado norteamericano en septiembre de 2005. Es decir, a los seis meses de asumir Wolfowitz la presidencia por imposición de Estado Unidos (ex subsecretario de esa cartera, carecía de experiencia financiera).

La nueva funcionaria obtuvo en breve lapso aumentos que llevaron su sueldo a 16.130 mensuales. No parece demasiado, recordando que varios tecnócratas del BIRF y su mellizo, el Fondo Monetario, ganan más de US$ 20.000 al mes, dos tercios de lo que percibe George W.Bush. Pese a todo, el jefe de la Casa Blanca tiene jerarquía muy superior y bastante más trabajo que los managers de ambas entidades.

Pero Wolfowitz no negó las relaciones afectivas con Rizá. “He pedido opinión al consejo administrativo del banco”, explicó. Con lenguaje críptico, el funcionario reconoce que se le sugirió “buscar un compromiso que respete los intereses de la entidad y la funcionaria, ante una situación sin precedentes”. Mientras la prensa ser preguntaba si lo que no tenía antecentes era la relación sentimental o el ascenso de Rizá, ésta pedía licencia y había presiones internas para que Wolfowitz hiciese lo mismo.

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