Los ministros de finanzas de la Unión Europea debatieron intensamente el sábado la controvertida propuesta de aplicar un impuesto europeo a las inmensas empresas de internet norteamericanas. No lograron una decisión porque muchos de ellos creen que la medida no sólo va a ser ineficaz sino también proteccionista.
Francia es uno de los países que brega desde hace un año para que los socios de la UE apliquen un impuesto que considera necesario para asegurar que las plataformas tecnológicas como Facebook y Google paguen lo que corresponde.
La propuesta planteada es aplicarles un impuesto de 3% sobre la facturación por algunos servicios digitales a las que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE.
París argumenta que la medida sería un logro popular para la UE antes de las elecciones europeas el año próximo, donde los populistas que se oponen a Bruselas podrían salir muy bien. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, propuso el sábado introducir una “cláusula de extinción” que garantice que el impuesto europeo será reemplazado “tan pronto como haya una solución en el OCDE.
“En tiempos en que el populismo asciende en Europa tenemos que aportar respuestas y estas son decisiones políticas”, advirtió Le Maire.
España está decididamente a favor de la iniciativa. La ministro de Economía, Nadia Calviño, comunicó a sus socios de que la idea del Gobierno español prevé no esperar a que haya acuerdo europeo eintroducir la tasa sobre la base de la propuesta de la Comisión.
Sin embargo, Irlanda encabeza un pequeño grupo de países que creen que el impuesto también castigaría a compañías europeas y ahogaría la innovación.
Dublin, junto a Luxemburgo y los Países Bajos son las sedes europeas de varias compañías tecnológicas norteamericanas que deberían pagar el impuesto.
“Irlanda tiene gran preocupación por que la UE avance con la tasa digital de forma unilateral”, dijo el ministro de Finanzas irlandés, Peter Donohoe- Según dijo, su país prefiere una solución global pero “evaluará cualquier propuesta de cualquier colega y trabajará constructivamente”.
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, dijo que su país “comparte la ambición de llegar a acuerdos antes de fin de año” aunque hay temas sobre los que trabajar.
Alemania, inicialmente a favor de la medida, el sábado dudaba.