Debate interno en China sobre el paquete de estímulos
En noviembre, Beijing lanzó un plan de estímulos por casi US$ 590.000 millones. Combinaba acciones en curso y nuevas, centradas en proyectos infraestructurales al estilo keynesiano. Entre otras cosas, se impulsaba el desarrollo industrial y rural.
26 febrero, 2009
<p>Ahora, los primeros resultados -saludados por la especulación bursátil con sospechosas caídas- disminuyen la “psicosis de crisis” y surgen replanteos de medidas y un amplio debate sobre la economía. Esto de suyo sorprende en una sociedad donde la opinión pública no es libre y sugiere que los medios trasuntan crecientes disidencias internas en el régimen.</p>
<p>Esto no es nuevo. Siempre ha habido funcionarios o burócratas ávidos de más poder. Pero los alcances de los problemas económicos –aunque no tan hondos como creen analistas occidentales- y temores al malestar social influyen en las discusiones.</p>
<p>Por supuesto, las decisiones fundamentales les caben al presidente Hu Jintao y al primer ministro Wen Jiabao. Carecen del poder que esgrimían Mao Zedong o Deng Xiaoping y deben mantener equilibrios entre facciones en pugna dentro de la élite. Los altos funcionarios expresan facciones, clanes y camarillas que, en esta fase, responden a dos grupos dominantes.</p>
<p>Uno sostiene que la solidez económica y la paz social deben apoyarse en la masa campesina (tesis de Lenin). El otro ve un futuro de urbes costeras, industria y comercio (tesis remitible a Karl Marx). Dos figuras claves en el comité permanente del Politburó subrayan la puja: Xi Jianping y Li Keqang. Considerados líderes potenciales de la quinta generación, aspiran a suceder en el timón a Hu y Wen</p>
<p>Li pretende volver a la economía centralmente planificada con menor poder regional y conglomerados industriales de carácter vertical (su modelo es el antiguo zaibatsu japonés). Para Xi, la actividad económica y el crecimiento deben descentralizarse y, en lo industrial, horizontalizarse como el keiretsu nipón. Si el litoral avanza más rápido, mejor: eventualmente, recursos financieros, empleo tecnología irán al interior. Por supuesto, nadie –fuera de Hongkong- piensa en la economía de mercado ni en un estado prescindente.<br />
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