Con el debate entre las potencias ya instalado en la ONU, Siria dijo que presentó pruebas ante el organismo de que los insurgentes estuvieron detrás del ataque con armas químicas que Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, entre otros países, achacan al gobierno del presidente Bashar Al Assad para justificar un ataque.
Además, el enviado de Siria ante la ONU pidió por carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que un equipo de expertos de la ONU que está en Siria investigue otros tres incidentes en que soldados sirios fueron atacados por insurgentes con armas químicas.
En Siria, en tanto, residentes de Damasco comenzaron a acopiar alimentos en previsión de un ataque, y algunos incluso abandonaron sus hogares debido a su ubicación cercana a potenciales blancos de los bombardeos estadounidenses en una ciudad con decenas de sitios militares en zonas residenciales, informó la cadena BBC.
En los almacenes, la gente compraba cantidades inusualmente grandes de pan y conservas, y también se registraba una importante demanda de agua mineral y pilas, agregó la cadena británica.
Además, el nerviosismo por la inminente acción militar occidental, que marcaría una dramática escalada tras más de dos años de guerra interna en Siria entre gobierno e insurgentes, hizo que 6.000 sirios cruzaran al Líbano en 24 horas, seis veces más que el promedio diario, informaron autoridades libanesas.
También en Siria, el equipo de expertos de la ONU completó hoy una segunda visita a barrios de la periferia este de Damasco para investigar las denuncias de un ataque con armas químicas ocurrido la semana pasada y que según opositores y organizaciones internacionales dejó cientos de muertos.
El canciller sirio, Walid Al Moallem, ya prometió ayer que Siria se defenderá con “todos los medios a su disposición”, y el primer ministro sirio, Wael al Halqi, lanzó hoy otra dura advertencia a Estados Unidos y sus aliados.
“Siria va a ser el cementerio de los invasores, no se va asustar por sus amenazas colonialistas y ninguna fuerza del mundo podrá vencerla”, subrayó al Halqi, según informó la agencia de noticias siria SANA.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido ya acusaron al gobierno de Al Assad de haber estado detrás del ataque del miércoles pasado en la zona de Ghouta Oriental, que según Médicos Sin Fonteras causó al menos 355 muertos.
Washington aún no presentó pruebas de sus acusaciones contra Damasco y los expertos de la ONU no avalaron esta afirmación, aunque el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, dijo hoy que hay evidencia de que alguna “sustancia” fue responsable de las muertes del ataque del 21 de agosto.
Los especialistas de la ONU visitaron los suburbios damascenos de Zamalka y Yobar, que están bajo control de la insurgencia siria, dijeron activistas opositores.
La ONU no informó sobre la actividad del equipo en Siria. “En la zona visitaron los lugares donde cayeron los misiles y se llevaron muestras del suelo y de los tejidos del cuerpo de los heridos”, señaló Mohamed al Abdala, un activista que dijo a la agencia de noticias EFE que acompañó a los expertos “in situ”.
Los expertos también estuvieron en los hospitales en que se atendió a las víctimas, agregó.
El secretario general Ban, por su parte, pidió que no se emprenda ninguna acción militar hasta que los expertos de Naciones Unidas no finalicen su investigación en Siria, donde dos años y cinco meses de guerra ya dejaron más de 100.000 muertos, según la ONU.
“Dejémoslos concluir su trabajo durante cuatro días, y después tendremos que analizar científicamente” sus hallazgos y enviar un informe al Consejo de Seguridad, dijo Ban en La Haya durante la celebración del primer centenario del Palacio de la Paz, un símbolo de la resolución pacífica de los conflictos.
“Aquí, en el Palacio de la Paz, digamos: `Denle una oportunidad a la paz. Denle una oportundiad a la diplomacia. Dejen de pelear y empiecen a hablar”, declaró.
Más tarde, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU comenzaron a discutir un proyecto de resolución presentado hoy por el Reino Unido para condenar a Siria por el presunto ataque con armas químicas.
La oficina del primer ministro británico, David Cameron, dijo que el proyecto pide al Consejo que autorice “todas las medidas necesarias para proteger a los civiles” sirios sobre la base del Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que contempla entre estas opciones el uso de la fuerza.
Tal como se esperaba, Rusia, un aliado de Siria que se da por sentado que vetará la iniciativa, objetó el proyecto y dijo que su discusión era prematura porque aún debe esperarse el resultado de la investigación del equipo de expertos de la ONU, informaron fuentes diplomáticas citdas por la cadena estadounidense CNN.
De todos modos, tanto Estados Unidos como el Reino Unido dejaron en claro que un veto del Consejo no hará que desistan de un ataque contra Siria, pese a que, sin el aval de la ONU, éste sería ilegal para la ley internacional.
“Lo mejor sería que la ONU estuviera unida, si bien eso parece poco probable a la luz de los vetos de Rusia y China que hemos obtenido en el pasado”, señaló Hague en una comparecencia ante la prensa en Londres.
“Tenemos claro que si no hay acuerdo en las Naciones Unidas aún tenemos una responsabilidad. Nosotros y otras naciones todavía tenemos responsabilidad”, agregó.
En Washington, la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo que “no vemos otro camino posible, dada la continua oposición rusa, para avanzar hacia una acción significativa del consejo respecto de Siria”.
Estas afirmaciones chocaron con las que hizo horas antes Brahimi, quien insistió en que ataques militares sin la autorización del Consejo de Seguridad violarán del derecho internacional.
“El derecho internacional es claro con respecto a esto y dice que una acción militar debe ser emprendida después de una decisión del Consejo de Seguridad”, dijo.