Al día siguiente de ser consagrado Presidente de la Nación, Mauricio Macri, esbozó sus prioridades en la agenda internacional, donde Brasil, que es el primer socio comercial del país, la mayor economía de Latinoamérica y miembro clave del Mercosur, apareció como el primer destino a visitar. Asimismo, remarcó la necesidad que tiene la Argentina en avanzar en la Alianza del Pacífico, destaca la publicación GPS de diciembre que edita PwC.
La Alianza del Pacífico (AdP) es una iniciativa de integración regional conformada por Chile, Colombia, México y Perú, oficialmente creada en abril de 2011 con la Declaración de Lima y puesta en marcha en junio de 2012, cuyo objetivo es lograr un área de integración profunda basada en la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, así como convertirse en una plataforma de articulación, integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis al Asia Pacífico.
Estos cuatro países totalizan una población de 216 millones de personas con un PIB per cápita de 16.500 dólares. Hoy en día, la AdP en su conjunto representa la 9ª economía del mundo, con el 2,8% del PIB Global.
En los últimos diez años los cuatro países miembro han mostrado un crecimiento sostenido, siendo, con excepción de México, en todos los casos superior al promedio de crecimiento de América Latina.
Asimismo, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), son economías con un crecimiento esperado mayor al del promedio de la región.
Los miembros de la Alianza del Pacífico han acordado un modelo de integración económica y política de atracción de inversiones y creación de plataformas de exportación para el mercado global.
En este sentido, los países miembro han optado por una relación estructurada en torno a los acuerdos bilaterales de libre comercio (TLC) con EE.UU., la UE y los países asiáticos.
Todos sus miembros cuentan con acuerdos comerciales dentro de la región y con las economías más desarrolladas del mundo.
Asimismo, esta alianza se orienta a promover una mayor cooperación y colaboración entre los países miembro. Uno de los principales logros alcanzados es la desgravación arancelaria para el 100% del comercio de bienes (92% de manera inmediata y el 8% restante en un plazo máximo de 17 años).
Los acuerdos también han facilitado el tránsito de personas, eliminando el visado para turistas y viajeros de negocios.
Uno de los acuerdos más significativos de los países miembro de la AdP es el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA).
MILA es la primera iniciativa de integración bursátil transnacional sin fusión o integración corporativa a nivel global.
El MILA es el resultado del acuerdo firmado entre la Bolsa de Comercio de Santiago, la Bolsa de Valores de Colombia y la Bolsa de Valores de Lima, así como de los depósitos Deceval4, DCV5 y Cavali, las cuales, desde 2009, iniciaron el proceso de creación de un mercado regional para la negociación de títulos de renta variable de los tres países.
El 30 de mayo de 2011 entró en operación para inversionistas e intermediarios de Chile, Colombia y Perú, quienes desde entonces pueden comprar y vender las acciones de las tres plazas bursátiles, simplemente a través de un intermediario local. Este mercado se vio impulsado con la incorporación de la Bolsa Mexicana de Valores e Indeval en diciembre de 2014.
Con excepción de las bolsas de San Pablo (Brasil) y la Bolsa Mexicana de Valores (México), los mercados bursátiles latinoamericanos carecen de profundidad y amplitud (pocas empresas cotizan en bolsa, y las transacciones son poco frecuentes); a lo cual se suma el carácter poco diversificado: Chile centrado en servicios y comercio minorista, Colombia en finanzas y energía, y Perú en minería.
No obstante, el MILA se convirtió en el mercado más importante de América Latina en términos de capitalización bursátil (US$ 836.120 millones, octubre 2015) superando a Brasil.
Juntos, el Mercosur y la AdP constituyen el proceso de integración más grande de América Latina y el Caribe, que en conjunto representan 80% de la población de la región latinoamericana, 92% del PIB (7% del PIB mundial) y 90% de la inversión extranjera directa (IED) recibida.
Dentro del Mercosur, Uruguay y Paraguay se han constituido en países observadores de la AdP, pudiendo participar en reuniones a los que sean invitados por consenso de los “Estados Parte” y contando sólo con derecho a voz.
A pesar de la mayor apertura comercial entre los miembros de la AdP, el comercio intra-grupo es bajo, siendo incluso mayor la proporción del comercio que sus miembros presentan con el Mercosur.
Un desafío en común lo constituye el relacionamiento de toda la región respecto de China, primer socio comercial de Chile, Perú, Brasil, y segundo de Argentina y Uruguay.
Individualmente, los países han ido construyendo vínculos con la segunda potencia mundial pero un relacionamiento en conjunto de los bloques permitiría negociar bajo mejores condiciones y, al mismo tiempo, competir en mejores posiciones con los países asiáticos por el mercado chino, los cuales cuentan con una ventaja geográfica frente a los latinoamericanos.