Petróleos Mexicanos (Pemex) ha pedido al Departamento de Comercio de EE.UU. la autorización para importar 100.000 barriles de crudos ligeros de ese país. Una propuesta que invierte los papeles en la región, donde tradicionalmente México es el tercer proveedor de petróleo de Estados Unidos, después de Arabia Saudí y Canadá, resalta la edición americana de El País.
Las autoridades estadounidenses están evaluando la propuesta de la petrolera mexicana, según ha declarado la secretaria de Comercio de EE.UU., Penny Pritzker, tras la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Washington.
La iniciativa de Pemex supone la importación de crudos ligeros para refinarse en las instalaciones de la petrolera en Salamanca (Guanajuato), Tula (Hidalgo) y Salina Cruz (Oaxaca).
La estatal ha explicado, en un comunicado, que busca aumentar su producción de gasolina y diesel. México importa el 53,8% de la gasolina que se vende en el país y de la que mantiene, hasta ahora, el monopolio de su comercialización.
A pesar de la caída mundial de los precios del petróleo, el coste de los combustibles en el lado sur de la frontera son hasta 50% más altos que en EE.UU.
Al recibir el hidrocarburo ligero de EE UU, Pemex estaría comprometida a exportar crudos pesados para que ambos países aprovechen la configuración de sus refinerías.
“Esto no representa un compromiso adicional a los 803.000 barriles diarios de crudo mexicano que se exportaron en promedio a EE.UU. el año pasado”, señala Pemex.
La estatal asegura que los dos países reducirían sus costes en transporte, al trasladar los hidrocarburos por vía marítima en lugar de llevar los productos ya refinados por transporte terrestre. EE.UU. estaría aprovechando el aumento de su producción de hidrocarburos por el ‘boom’ del petróleo de esquisto (shale oil).
El embajador de México en Washington, Eduardo Medina Mora, ha desvelado que las negociaciones están en “buen camino” y que pronto el Departamento de Comercio anunciará su decisión.
El diplomático recordó que Canadá también importa hidrocarburos de EE.UU. y que Pemex ha planteado esta propuesta para “optimizar el mercado” de América del Norte. “Queremos ser capaces de trabajar en conjunto”, declaró a Reuters, la secretaria de Comercio de EE.UU.
Tras la aprobación de la reforma energética en México, en diciembre de 2013, Pemex ha emprendido una reestructura de la compañía. Entre los nuevos planes de la estatal están: ampliar la distribución de gas natural en el país y mejorar el desempeño en la exploración y la extracción de crudo en aguas someras, una tarea en la que es experto.
La petrolera estatal ha padecido el declive de su producción en los últimos 10 años —de 3,3 millones de barriles de petróleo diarios a 2,5 millones— y en los primeros nueve meses de 2014 registró pérdidas históricas por 12.000 millones de dólares.
Hasta 2014, la venta de hidrocarburos de Pemex supuso un 30% del presupuesto del Gobierno mexicano, por lo que la caída del precio del crudo —la mezcla mexicana de exportación se valúa en 40,47 dólares por barril— ha puesto bajo consideración de la Administración del presidente Peña Nieto una reducción del gasto público, finaliza la nota de El País.