Durante esta semana, Fernando de la Rúa debió atender simultáneamente a varios frentes. Los hechos de mayor envergadura política fueron, en el plano interno, el desborde de los conflictos sociales en varias provincias y, en el externo, la percepción de que está en marcha una estrategia de integración global del Mercosur, en el que la Argentina y Chile aspiran a desempeñar un papel protagónico.
En el campo de la economía, el arribo del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional se convirtió en el foco de interés de políticos, empresarios, banqueros y analistas que procuran vislumbrar el rumbo que imprimirá al organismo internacional.
Cuando se llegó a un armisticio con los piquetes que bloqueaban la ruta 34, a la altura de General Mosconi, en Salta, se podía prever que se filtrarían otros grupos diseminados en diversas provincias, levantando reclamos similares.
La crónica político – social fue sumando localidades y litigios: el corte de la ruta 34 por los trabajadores del ingenio jujeño La Esperanza, el bloqueo de la ruta 22 en Cutral-Có y la demostración popular en Cipoletti, en la que se mezclaron sectores de la producción y contingentes de desocupados, con amigos y familiares de las jóvenes víctimas del triple crimen.
A esta cadena de conflictos se sumarían graves incidentes en Resistencia. Todo comenzó con un paro y movilización de empleados provinciales decididos a impedir la sanción de cuatro leyes de ajuste enviadas a la legislatura por el gobernador Angel Rozas.
Durante esta semana, Fernando de la Rúa debió atender simultáneamente a varios frentes. Los hechos de mayor envergadura política fueron, en el plano interno, el desborde de los conflictos sociales en varias provincias y, en el externo, la percepción de que está en marcha una estrategia de integración global del Mercosur, en el que la Argentina y Chile aspiran a desempeñar un papel protagónico.
En el campo de la economía, el arribo del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional se convirtió en el foco de interés de políticos, empresarios, banqueros y analistas que procuran vislumbrar el rumbo que imprimirá al organismo internacional.
Cuando se llegó a un armisticio con los piquetes que bloqueaban la ruta 34, a la altura de General Mosconi, en Salta, se podía prever que se filtrarían otros grupos diseminados en diversas provincias, levantando reclamos similares.
La crónica político – social fue sumando localidades y litigios: el corte de la ruta 34 por los trabajadores del ingenio jujeño La Esperanza, el bloqueo de la ruta 22 en Cutral-Có y la demostración popular en Cipoletti, en la que se mezclaron sectores de la producción y contingentes de desocupados, con amigos y familiares de las jóvenes víctimas del triple crimen.
A esta cadena de conflictos se sumarían graves incidentes en Resistencia. Todo comenzó con un paro y movilización de empleados provinciales decididos a impedir la sanción de cuatro leyes de ajuste enviadas a la legislatura por el gobernador Angel Rozas.
