De la Rúa mueve sus piezas

El Presidente pretende tomar el toro por las astas. Impulsa nuevas medidas y toma actitudes estratégicas.

13 mayo, 2000

Desde esferas oficiales trascendía que con su estilo prudente y sometido a la maduración de los hechos, el Presidente se aprestaba a retomar la iniciativa. Se le atribuía la intención de recortar el gasto público, cumplir con las pautas determinadas por el Fondo Monetario Internacional y reactivar la economía. Por su parte de la Rúa destacó como otras prioridades de su gestión, optimizar la eficacia de la acción social y concretar el plan de obras públicas que está en preparación , además de concentrar esfuerzos en la calidad educativa y la justicia.

Simultáneamente, desde el Foro Económico Internacional, reunido en Río de Janeiro, su colega brasileño Fernando Cardoso, improvisaba fuera del texto original de su discurso, para cuestionar al organismo financiero con sede en Washington. El Presidente brasileño afirmó que los planes aplicados a los países deudores no les dejan a sus gobiernos capacidad para encarar políticas que permitan satisfacer las necesidades mínimas de vastos sectores de la población que se encuentra marginada del mercado.

Sus palabras se vieron avaladas, de alguna manera, por los resultados del estudio realizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos que investigó el impacto de las reformas económicas en América latina. Se concluyó que la estabilidad no mejoró las condiciones de vida de la población ni inspiró una mayor democratización política. Los procesos de privatización y de desregulación no alcanzaron los objetivos propuestos de romper los monopolios y liberar el juego de una sana competencia.

En un clima de fiesta, el martes 9 el primer mandatario vivió la euforia de sus partidarios en el escenario del teatro Coliseo.

Hugo Moyano anunciaba su intención de convocar a todos los sectores en pugna con el FMI, sin más banderas que las argentinas, por encima de posiciones ideológicas y banderías políticas ; en Neuquén y Salta, grupos de piqueteros en los que se veían familias y se intuían infiltrados extremistas cabalgando sobre una dura realidad social, marcaban en conjunto, la necesidad de actuar.

Los reflejos políticos presidenciales se mostraron al constituir un comité de crisis para negociar con los piqueteros que asfixiaban el tránsito en rutas vitales del país .Horas después se creó la mesa de diálogo social. Previamente, el Presidente desmintió las insistentes versiones que daban a Alberto Flamarique como una suerte de ministro coordinador del área (Trabajo, Desarrollo Social, Salud Pública y Educación).

A esa altura, el presidente contaba con la Reforma Laboral, a la que el gobernador Ruckauf daba su bendición desde La Plata. La ansiada ley era el arma que De la Rúa estimaba necesaria para bajar los costos empresarios y mejorar las perspectivas de empleo.
A partir de que “la única verdad es la realidad”, el vicepresidente Carlos Alvarez ser habría encargado de invitar a Moyano a integrar la mesa del diálogo social. Los más cercanos al camionero dejaban trascender el viernes que éste aceptaría; participar implicará reconocimiento a su liderazgo sindical.

Desde esferas oficiales trascendía que con su estilo prudente y sometido a la maduración de los hechos, el Presidente se aprestaba a retomar la iniciativa. Se le atribuía la intención de recortar el gasto público, cumplir con las pautas determinadas por el Fondo Monetario Internacional y reactivar la economía. Por su parte de la Rúa destacó como otras prioridades de su gestión, optimizar la eficacia de la acción social y concretar el plan de obras públicas que está en preparación , además de concentrar esfuerzos en la calidad educativa y la justicia.

Simultáneamente, desde el Foro Económico Internacional, reunido en Río de Janeiro, su colega brasileño Fernando Cardoso, improvisaba fuera del texto original de su discurso, para cuestionar al organismo financiero con sede en Washington. El Presidente brasileño afirmó que los planes aplicados a los países deudores no les dejan a sus gobiernos capacidad para encarar políticas que permitan satisfacer las necesidades mínimas de vastos sectores de la población que se encuentra marginada del mercado.

Sus palabras se vieron avaladas, de alguna manera, por los resultados del estudio realizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos que investigó el impacto de las reformas económicas en América latina. Se concluyó que la estabilidad no mejoró las condiciones de vida de la población ni inspiró una mayor democratización política. Los procesos de privatización y de desregulación no alcanzaron los objetivos propuestos de romper los monopolios y liberar el juego de una sana competencia.

En un clima de fiesta, el martes 9 el primer mandatario vivió la euforia de sus partidarios en el escenario del teatro Coliseo.

Hugo Moyano anunciaba su intención de convocar a todos los sectores en pugna con el FMI, sin más banderas que las argentinas, por encima de posiciones ideológicas y banderías políticas ; en Neuquén y Salta, grupos de piqueteros en los que se veían familias y se intuían infiltrados extremistas cabalgando sobre una dura realidad social, marcaban en conjunto, la necesidad de actuar.

Los reflejos políticos presidenciales se mostraron al constituir un comité de crisis para negociar con los piqueteros que asfixiaban el tránsito en rutas vitales del país .Horas después se creó la mesa de diálogo social. Previamente, el Presidente desmintió las insistentes versiones que daban a Alberto Flamarique como una suerte de ministro coordinador del área (Trabajo, Desarrollo Social, Salud Pública y Educación).

A esa altura, el presidente contaba con la Reforma Laboral, a la que el gobernador Ruckauf daba su bendición desde La Plata. La ansiada ley era el arma que De la Rúa estimaba necesaria para bajar los costos empresarios y mejorar las perspectivas de empleo.
A partir de que “la única verdad es la realidad”, el vicepresidente Carlos Alvarez ser habría encargado de invitar a Moyano a integrar la mesa del diálogo social. Los más cercanos al camionero dejaban trascender el viernes que éste aceptaría; participar implicará reconocimiento a su liderazgo sindical.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades