De la Rúa debe consolidar el poder

El Presidente deberá definir su estrategia. Enfrenta presiones interna y externas. La importancia de Santibañes. Ruptura del bloque oficialista en Diputados.

14 octubre, 2000

Mientras el país espera para las próximas horas que el presidente de la Nación defina su estrategia política, los analistas locales y extranjeros, han resumido su apreciación de la crisis en torno de las presiones a que se ve sometido Fernando de la Rúa y a las opciones sobre las que deberá conformar su decisión.

Prácticamente asumida por todos, la remoción de Fernando de Santibañes del gabinete desde los medios financieros internacionales es vista como un erosión de la capacidad de gestión del ministro de Economía que tiene en aquél su aliado más conspicuo.

Por otro lado, consultores internacionales han señalado que el alejamiento del jefe de la Side, podría ser entendido como una señal “muy negativa” para los mercados porque demostraría ” la incapacidad del presidente de la Rúa de soportar presiones políticas, alentando dudas sobre su capacidad de ejercer el poder presidencial”.

Durante la semana se desató una verdadera ofensiva de pedidos de alejamiento del cuestionado asesor y amigo personal del primer magistrado. A la voz a la de Carlos Alvarez se sumaba la de Raúl Alfonsín y la del propio hermano del presidente, Jorge de la Rúa.

Los sectores más allegados a Alfonsín señalan que es necesario tomar actitudes firmes para evitar que se repitan los síntomas del “Síndrome 1989”, término en el que engloban lo que perciben como una conspiración de los factores de poder financieros internacionales, con la supuesta complicidad de Domingo Cavallo y el justicialismo, para forzar el abandono del poder por el ex Presidente.

En el Congreso, el martes los diputados socialistas Héctor Polino, Alfredo Bravo y Jorge Rivas anunciaron su retiro de la coalición y la constitución de un bloque propio. La diputada radical por el Chaco, Elisa Carrió, también se desvinculó de su pertenencia a la Alianza, sin decidir si se incorporaría al bloque de los socialistas o actuaría como independiente. Afirmó a los medios que a su entender el país no enfrentaba una crisis política común, sino una crisis de régimen tan profunda y como la de 1890 y la de los años 40 del siglo veinte.

El mismo martes, Mario Losada, senador por Misiones, primo de Enrique Nosiglia y hombre cercano a Raúl Alfonsín, fue designado para reemplazar a José Genoud – una de las cabezas solicitadas por Carlos Alvarez – en la presidencia provisional del Senado. El ahora segundo en el orden de sucesión presidencial, puso como prioridad para su tarea el acompañar al titular del Poder Ejecutivo en el fortalecimiento del Gobierno y, asimismo, afianzar la Alianza y esclarecer el escándalo en el Senado.

El jueves el primer mandatario y su ex vicepresidente, mantuvieron un diálogo telefónico que fue interpretado como un factor de distensión política. Sin que sea posible una confirmación precisa, las versiones de la conversación apuntan a señalar que se habría convenido el alejamiento de Santibañes en un lapso prudencial, de acuerdo al timing que maneja de la Rúa y proceder a la incorporación de figuras del Frepaso en el Gobierno.

Al mismo tiempo se implementaría una comisión de enlace para negociar la manera de hacerlo. No se descartaba que uno de los puestos que ofrecería De la Rúa pudiera ser la secretaría general de la Presidencia, en el supuesto de que su actual ocupante, Carlos Becerra, pasara la Side de concretarse el retiro de Santibañes.

En definitiva, al cerrarse la semana se esperaba la próxima movida de piezas en el tablero político de manos de De la Rúa. Las opciones están en claro, pero todas entrañan una dosis de riesgo en lo político y en lo económico.

Sergio Cerón

Mientras el país espera para las próximas horas que el presidente de la Nación defina su estrategia política, los analistas locales y extranjeros, han resumido su apreciación de la crisis en torno de las presiones a que se ve sometido Fernando de la Rúa y a las opciones sobre las que deberá conformar su decisión.

Prácticamente asumida por todos, la remoción de Fernando de Santibañes del gabinete desde los medios financieros internacionales es vista como un erosión de la capacidad de gestión del ministro de Economía que tiene en aquél su aliado más conspicuo.

Por otro lado, consultores internacionales han señalado que el alejamiento del jefe de la Side, podría ser entendido como una señal “muy negativa” para los mercados porque demostraría ” la incapacidad del presidente de la Rúa de soportar presiones políticas, alentando dudas sobre su capacidad de ejercer el poder presidencial”.

Durante la semana se desató una verdadera ofensiva de pedidos de alejamiento del cuestionado asesor y amigo personal del primer magistrado. A la voz a la de Carlos Alvarez se sumaba la de Raúl Alfonsín y la del propio hermano del presidente, Jorge de la Rúa.

Los sectores más allegados a Alfonsín señalan que es necesario tomar actitudes firmes para evitar que se repitan los síntomas del “Síndrome 1989”, término en el que engloban lo que perciben como una conspiración de los factores de poder financieros internacionales, con la supuesta complicidad de Domingo Cavallo y el justicialismo, para forzar el abandono del poder por el ex Presidente.

En el Congreso, el martes los diputados socialistas Héctor Polino, Alfredo Bravo y Jorge Rivas anunciaron su retiro de la coalición y la constitución de un bloque propio. La diputada radical por el Chaco, Elisa Carrió, también se desvinculó de su pertenencia a la Alianza, sin decidir si se incorporaría al bloque de los socialistas o actuaría como independiente. Afirmó a los medios que a su entender el país no enfrentaba una crisis política común, sino una crisis de régimen tan profunda y como la de 1890 y la de los años 40 del siglo veinte.

El mismo martes, Mario Losada, senador por Misiones, primo de Enrique Nosiglia y hombre cercano a Raúl Alfonsín, fue designado para reemplazar a José Genoud – una de las cabezas solicitadas por Carlos Alvarez – en la presidencia provisional del Senado. El ahora segundo en el orden de sucesión presidencial, puso como prioridad para su tarea el acompañar al titular del Poder Ejecutivo en el fortalecimiento del Gobierno y, asimismo, afianzar la Alianza y esclarecer el escándalo en el Senado.

El jueves el primer mandatario y su ex vicepresidente, mantuvieron un diálogo telefónico que fue interpretado como un factor de distensión política. Sin que sea posible una confirmación precisa, las versiones de la conversación apuntan a señalar que se habría convenido el alejamiento de Santibañes en un lapso prudencial, de acuerdo al timing que maneja de la Rúa y proceder a la incorporación de figuras del Frepaso en el Gobierno.

Al mismo tiempo se implementaría una comisión de enlace para negociar la manera de hacerlo. No se descartaba que uno de los puestos que ofrecería De la Rúa pudiera ser la secretaría general de la Presidencia, en el supuesto de que su actual ocupante, Carlos Becerra, pasara la Side de concretarse el retiro de Santibañes.

En definitiva, al cerrarse la semana se esperaba la próxima movida de piezas en el tablero político de manos de De la Rúa. Las opciones están en claro, pero todas entrañan una dosis de riesgo en lo político y en lo económico.

Sergio Cerón

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