La situación del agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Alberto Ricardo Dáttoli, que está acusado por la muerte de Sofía Fijman, al ser aplastada por el portón del edificio de la Escuela de Inteligencia de la SIDE, se vio a la vez complicada y suavizada ayer, tras la declaración de varios testigos ante el tribunal que lo juzga. El guardia de seguridad de la Escuela José Luis Marcuzzo dijo que era habitual que desde la consola se hicieran “bromas” entre el personal: el chiste consistía en “apretar” con el portón, por ejemplo, al cocinero. Sin embargo, otros testigos dijeron que Dáttoli era “incapaz de matar”. El contraalmirante Alberto Varela, director de la Escuela, señaló que el acusado es “una persona excelente y muy equilibrada”. Por su parte, el director de asuntos jurídicos de la SIDE, José Alevato, mencionó un pedido de dinero por parte de los ex abogados de la familia de la víctima para desistir de una demanda civil.
La situación del agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Alberto Ricardo Dáttoli, que está acusado por la muerte de Sofía Fijman, al ser aplastada por el portón del edificio de la Escuela de Inteligencia de la SIDE, se vio a la vez complicada y suavizada ayer, tras la declaración de varios testigos ante el tribunal que lo juzga. El guardia de seguridad de la Escuela José Luis Marcuzzo dijo que era habitual que desde la consola se hicieran “bromas” entre el personal: el chiste consistía en “apretar” con el portón, por ejemplo, al cocinero. Sin embargo, otros testigos dijeron que Dáttoli era “incapaz de matar”. El contraalmirante Alberto Varela, director de la Escuela, señaló que el acusado es “una persona excelente y muy equilibrada”. Por su parte, el director de asuntos jurídicos de la SIDE, José Alevato, mencionó un pedido de dinero por parte de los ex abogados de la familia de la víctima para desistir de una demanda civil.