La oposición y los observadores internacionales ponen en duda los resultados anunciados por el presidente de Bolivia Evo Morales se declaró en primera vuelta, con lo que conseguiría su cuarto mandato luego de una votación plagada de denuncias de fraude.
Con más de 98% de los votos contados, el primer presidente indígena del país lleva 46,8% de los votos contra 36,7% para el ex presidente Carlos Mesa. Eso le daría justo lo que necesita superar a su rival para evitar la segunda vuelta de votación.
“Ganamos en primera vuelta. Faltan 1,58% de votos por contabilizar pero ganamos con el voto del campo”, dijo Morales en conferencia de prensa. Pero luego añadió que si cuando se termina la votación pierde el 10% que necesita para ganar en la primera llamada, no tendrá problemas en ir al ballotage.
Los líderes de la oposición se reunían hoy jueves para analizar la situación. Mesa anunció que formará una alianza para defender el voto en las calles y alega que el presidente “ha realizado un fraude monumental” para conseguir la reelección. Por su parte, Morales invita a sus seguidores a defender su victoria y negó el fraude exigiendo a sus detractores que presenten pruebas.
“Estamos en el comienzo de una crisis que podría afectar la estabilidad política, social y económica del país”, dijo Jorge Dulón, analista político de la Universidad Católica Boliviana.
Por su parte, los observadores internacionales expresaron su profunda preocupación por el silencio informativo de un día que luego repentinamente terminó anunciando los guarismos que dan a Morales como ganador. Por estas preocupaciones la OEA pidió que haya segunda vuelta.
La misión observadora de la OEA emitió un comunicado donde expresa su “preocupación y sorpresa por el drástico cambio en la tendencia de los resultados preliminares. Un cambio muy difícil de justificar. ”
Los opositores continúan con las protestas mientras los oficialistas organizaron una marcha en la capital para mostrar su apoyo al presidente.
