Fiel a su estilo retórico, la candidata oficialista a la Presidencia de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, reiteró ante 450 empresarios que asistieron al precoloquio de IDEA, en el hotel Sheraton, la necesidad de articular un acuerdo social que fije metas físicas en materia de ocupación, crecimiento, exportación, recaudación y superávit”.
La senadora convocó a los sectores a desarrollar en ese marco no sólo riqueza, sino “trabajo bueno, en blanco”, entre una serie de principios generales de la que será su gestión, si resulta electa el 28 de octubre.
No hubo en su alocución ninguna precisión sobre qué piensa hacer con el gasto público, la energía y la inflación, tres de las preocupaciones más concretas de los hombres de negocios en torno del futuro inmediato.
Sólo se le reconoció el gesto de concurrir al almuerzo, ya que se trata de la primera figura de esta administración que acepta el convite de la entidad.
Sin comentario alguno, las autoridades de IDEA le arrimaron un inventario energético encomendado al Instituto Tecnológico Nacional, como para enseñar una punta de la agenda privada.
La primera dama no entró en tema y sólo se limitó a recomendar a los empresarios que consideren el problema en su sector como un problema mundial. Dijo que la Argentina “es gasdependiente. Algo estamos corrigiendo y comenzamos a corregir con el plan energético”.
Luego pasó a recordarles que “el trabajador también es consumidor”, y se diferenció claramente de las banderas peronistas de combate al capital señalando que ganar dinero en la Argentina no debía ser considerado “un pecado”.
Hizo hincapié en que la solidez de la economía permite esta vez afrontar un cimbronazo financiero internacional. Apeló a un ejemplo médico para graficarlo: “Cada estornudo en el sistema financiero internacional provocaba una gripe virósica en la Argentina, pero por primera vez estamos en un situación de normalidad”.
Vacío de contenido
Si el coloquio dependiera de la agenda marcada por la representante del oficialismo volvería a estar vacía de contenido concreto, como sucedió con la versión 2006, inspirada por un empresario ligado al gobierno de Kirchner, como Enrique Percarmona.
Los actuales organizadores del coloquio son: el gerente general de Microsoft, Gustavo Ripoll; vicepresidente segundo del grupo Clarín, José Antonio Aranda; el directivo de AACREA, Andrés Von Buch; y el ejecutivo de General Electric Alejandro Bottan, además del titular de Impsa.
Nadie mejor que la candidata que va al frente de las encuestas para la elección de octubre hubiese sido el indicado para despejar dudas de los hombres de negocios sobre lo que vendrá del modelo económico administrado por su esposo durante los últimos cuatro años.
Cristina se quedó en ratificar la vigencia de un tipo de cambio competitivo para seguir la actualización tecnológica. “No es casual que la industria de natalidad empresarial más importante haya sido el software y la tecnología”, dijo para la satisfacción del presidente del coloquio, quien es ejecutivo de Microsoft, e hizo hincapié en la importancia de una de las actividades de mayor desarrollo en los últimos años a nivel mundial.
“Las exportaciones, el crecimiento exponencial del producto del sector, nos colocan en un campo de innovación tecnológica y valor agregado”, agregó para instar: “Nos da mayor competitividad. Creo que es una oportunidad que no debemos desperdiciar”.
Subrayó que la industria ha tenido una participación importante de las exportaciones: “Quiero señalar esta articulación entre campo, industria y actividades con software y tecnología que nos permite concebirnos como un modelo más integrado en el que todos los sectores tienen oportunidades de negocio y de crecimiento”.
Expresó que “hay que agregar innovación tecnológica y científica donde vamos en el buen camino, en particular en el campo”.
También se encontraron con reflexiones tales como:
* “El 25 de mayo de 2003 fue un punto de inflexión, porque en realidad estábamos en un punto, talvez el más bajo, el más trágico de nuestra historia, con índices económicos agraviantes a la dignidad de un país en sus conjunto”.
* “Durante la década del 90 se exacerbó una suerte de darwinismo económico”; “un modelo donde todos los actores económicos y sociales son necesarios”.
* “Hoy, a poco más de cuatro años de gestión, hemos logrado un salto más que importante para mejorar la calidad de vida de todos los argentinos”.
* Los empresarios son protagonistas en materia de inversión, producción y tecnología.
Para escuchar por dónde anda el mundo mientras escuchan una invitación para concertar las pautas del modelo económico, los organizadores de IDEA esta vez levantaron la puntería respecto del año pasado, y en lugar de llevar al árbitro de la final del mundial de fútbol, aseguraron la presencia del senador chileno Andrés Allamand, líder del partido Renovación Nacional, de derecha; y de Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de la República Federativa del Brasil e influyente dirigente del Partido Social Democrático Brasileño.
Fiel a su estilo retórico, la candidata oficialista a la Presidencia de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, reiteró ante 450 empresarios que asistieron al precoloquio de IDEA, en el hotel Sheraton, la necesidad de articular un acuerdo social que fije metas físicas en materia de ocupación, crecimiento, exportación, recaudación y superávit”.
La senadora convocó a los sectores a desarrollar en ese marco no sólo riqueza, sino “trabajo bueno, en blanco”, entre una serie de principios generales de la que será su gestión, si resulta electa el 28 de octubre.
No hubo en su alocución ninguna precisión sobre qué piensa hacer con el gasto público, la energía y la inflación, tres de las preocupaciones más concretas de los hombres de negocios en torno del futuro inmediato.
Sólo se le reconoció el gesto de concurrir al almuerzo, ya que se trata de la primera figura de esta administración que acepta el convite de la entidad.
Sin comentario alguno, las autoridades de IDEA le arrimaron un inventario energético encomendado al Instituto Tecnológico Nacional, como para enseñar una punta de la agenda privada.
La primera dama no entró en tema y sólo se limitó a recomendar a los empresarios que consideren el problema en su sector como un problema mundial. Dijo que la Argentina “es gasdependiente. Algo estamos corrigiendo y comenzamos a corregir con el plan energético”.
Luego pasó a recordarles que “el trabajador también es consumidor”, y se diferenció claramente de las banderas peronistas de combate al capital señalando que ganar dinero en la Argentina no debía ser considerado “un pecado”.
Hizo hincapié en que la solidez de la economía permite esta vez afrontar un cimbronazo financiero internacional. Apeló a un ejemplo médico para graficarlo: “Cada estornudo en el sistema financiero internacional provocaba una gripe virósica en la Argentina, pero por primera vez estamos en un situación de normalidad”.
Vacío de contenido
Si el coloquio dependiera de la agenda marcada por la representante del oficialismo volvería a estar vacía de contenido concreto, como sucedió con la versión 2006, inspirada por un empresario ligado al gobierno de Kirchner, como Enrique Percarmona.
Los actuales organizadores del coloquio son: el gerente general de Microsoft, Gustavo Ripoll; vicepresidente segundo del grupo Clarín, José Antonio Aranda; el directivo de AACREA, Andrés Von Buch; y el ejecutivo de General Electric Alejandro Bottan, además del titular de Impsa.
Nadie mejor que la candidata que va al frente de las encuestas para la elección de octubre hubiese sido el indicado para despejar dudas de los hombres de negocios sobre lo que vendrá del modelo económico administrado por su esposo durante los últimos cuatro años.
Cristina se quedó en ratificar la vigencia de un tipo de cambio competitivo para seguir la actualización tecnológica. “No es casual que la industria de natalidad empresarial más importante haya sido el software y la tecnología”, dijo para la satisfacción del presidente del coloquio, quien es ejecutivo de Microsoft, e hizo hincapié en la importancia de una de las actividades de mayor desarrollo en los últimos años a nivel mundial.
“Las exportaciones, el crecimiento exponencial del producto del sector, nos colocan en un campo de innovación tecnológica y valor agregado”, agregó para instar: “Nos da mayor competitividad. Creo que es una oportunidad que no debemos desperdiciar”.
Subrayó que la industria ha tenido una participación importante de las exportaciones: “Quiero señalar esta articulación entre campo, industria y actividades con software y tecnología que nos permite concebirnos como un modelo más integrado en el que todos los sectores tienen oportunidades de negocio y de crecimiento”.
Expresó que “hay que agregar innovación tecnológica y científica donde vamos en el buen camino, en particular en el campo”.
También se encontraron con reflexiones tales como:
* “El 25 de mayo de 2003 fue un punto de inflexión, porque en realidad estábamos en un punto, talvez el más bajo, el más trágico de nuestra historia, con índices económicos agraviantes a la dignidad de un país en sus conjunto”.
* “Durante la década del 90 se exacerbó una suerte de darwinismo económico”; “un modelo donde todos los actores económicos y sociales son necesarios”.
* “Hoy, a poco más de cuatro años de gestión, hemos logrado un salto más que importante para mejorar la calidad de vida de todos los argentinos”.
* Los empresarios son protagonistas en materia de inversión, producción y tecnología.
Para escuchar por dónde anda el mundo mientras escuchan una invitación para concertar las pautas del modelo económico, los organizadores de IDEA esta vez levantaron la puntería respecto del año pasado, y en lugar de llevar al árbitro de la final del mundial de fútbol, aseguraron la presencia del senador chileno Andrés Allamand, líder del partido Renovación Nacional, de derecha; y de Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de la República Federativa del Brasil e influyente dirigente del Partido Social Democrático Brasileño.